Ex miembro del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU y presidenta ejecutiva del Foro Internacional de Mujeres Indígenas, la activista quechua peruana Tarcila Rivera impulsa el empoderamiento y la participación política de las mujeres indígenas del mundo, defendiendo sus derechos y buscando el reconocimiento de los pueblos originarios y sus culturas.
Perteneciente a la comunidad de San Francisco de Pujas, Ayacucho, aprendió castellano cuando tenía ocho años y a los diez se mudó a la capital. Discriminada por sus raíces, trabajó como empleada doméstica para poder estudiar. En los 70 empezó a involucrarse en el movimiento indígena.
Fue secretaria especializada en archivística y bibliotecología en el Instituto Nacional de Cultura; ahí se dio cuenta de “quién soy, de dónde vengo y cómo es que se nos ve desde las ciudades”, contó en una entrevista. Constató que no era reconocida ni respetada como una persona en igualdad de condiciones al igual que otras mujeres.
Cuando se declaró el conflicto entre el Estado peruano y el grupo terrorista Sendero Luminoso, “los líderes y personas de las comunidades fuimos carne de cañón”, recordó. Debido a esto fundó Chirapaq con la idea de reivindicar las expresiones culturales de los pueblos indígenas y lograr el reconocimiento de sus derechos.
Escribió en la revista Pueblo Indio del Consejo Indio de Sud América. Se formó en derechos humanos en el Instituto de Estudios Sociales de La Haya, Holanda, y del Centro Internacional de Educación en Derechos Humanos en Charlottetown, Canadá.
Participó en varios procesos internacionales sobre los derechos de la mujer y de los pueblos indígenas. En 2011, la Fundación Ford la reconoció como una líder global extraordinaria y al año siguiente la eligieron para integrar el Grupo Asesor Global de la Sociedad Civil de ONU Mujeres.
Desde hace más de cuatro décadas Tarcila se dedica a fundar y articular diversas organizaciones que incentivan el liderazgo de las mujeres indígenas, promoviendo así una mayor participación en la política; luchando contra la violencia doméstica y la pobreza.