En 1964 la científica inglesa Dorothy Crowfoot Hodgkin recibió el Premio Nobel de Química por sus técnicas pioneras para visualizar biomoléculas y determinar la estructura de muchas sustancias biológicas mediante rayos X. Fue la tercera mujer en el mundo en recibir este reconocimiento.
Hija de arqueólogos, nació en El Cairo cuando Egipto aún era una colonia británica. Cuando aún era una niña se fue a vivir con su familia a Inglaterra. Con grandes aptitudes para las ciencias, en la escuela fue una de las dos niñas a las cuales les permitieron estudiar química. En 1927 se matriculó en el Somerville College en Oxford y cuatro años después se graduó con honores de la carrera de química.
Se doctoró de la Universidad de Cambridge con una tesis pionera sobre química y cristalografía de esteroles. Descubrió la cristalografía de rayos X, que permite observar la estructura tridimensional de una molécula y los átomos que la componen. Con 36 años la Universidad de Oxford la nombró su primera investigadora tutora en química y al año siguiente la admitieron en la Royal Society of London; en 287 años de historia ella fue la tercera mujer en ser elegida miembro de la sociedad.
La eligieron la primera investigadora y profesora de química en la Universidad de Oxford. Montó un laboratorio de rayos X en un rincón del Museo de Historia Natural y analizó la estructura microscópica y tridimensional del colesterol, la penicilina y la vitamina B12.
Organizó congresos nacionales e internacionales. Se relacionó con científicos de distintos países. A los 54 años, la galardonaron con el Premio Nobel de Química, convirtiéndose en la quinta mujer y la primera británica en ganarlo. Viajó dando conferencias y participando en diversos debates. En 1969, después de 35 años de arduo trabajo, finalmente descifró la estructura de la insulina.
Inspiración y referenta para muchas mujeres, Dorothy murió a los 84 años.