Conocida como “Doña Coca”, Carmen Casco fue una activista y política paraguaya, defensora de los Derechos Humanos en dictadura y también de las mujeres de su país.
Nació en una familia liberal, que fue perseguida en cambios de gobierno paraguayos. Casada y madre de seis hijos, comenzó su carrera profesional como profesora, para adentrarse en política a partir de los años 50, con la llegada del general Stroessner al poder.
Doña Coca estaba preocupada por los derechos de las mujeres, y formó una asociación que velaba por su ayuda legal y por derechos maternales, Amparo a la Mujer nació en 1962. La agrupación logró cambiar leyes para mejorar la vida de las mujeres en el país.
En 1967 fue una de las fundadoras de la Comisión Paraguaya de los Derechos Humanos, creada para velar por las personas en el régimen stronista. Elegida como diputada, Carmen Casco ocupó su lugar público para velar por los presos políticos del país y aliarse con organizaciones internacionales de DDHH. A pesar de sufrir persecuciones, trabajó incansablemente como directora de la Comisión hasta 1993. Una vez retornada la democracia, fue senadora.