“Dakota Sioux, mujer, madre y artista”: Maxine Noel considera estas facetas inseparables de quién es y cómo habita el mundo. Para ella “el arte es la expresión más pura y verdadera de un individuo. En él se encuentran todas las formas de las cosas que uno no siempre es capaz de expresar verbalmente”.
Hija de madre y padre indígenas americanos Santee Oglala Sioux, Maxine creció en una reserva en la provincia canadiense de Manitoba junto a su mamá. Fue la primera de once hermanos. A los seis años se mudó para ingresar a una “escuela residencial india”.
En 1964 se instaló en Ontario. Trabajó como secretaria legal antes de dedicarse de lleno al arte en 1979. Al año siguiente hizo su primera exposición individual, y sus obras comenzaron a exhibirse en museos y galerías de su país.
Participó en Artes Escénicas Nativas de la Tierra, la compañía de teatro indígena profesional más antigua de Canadá. Co-creó la Fundación Canadiense de Artes Nativas, integró la Asociación para el Desarrollo Nativo en las Artes Escénicas y Visuales.
Ha promovido el arte basado en sus raíces, las características esenciales de los nativos: “Su sensibilidad, generosidad y naturaleza amorosa. Con cualidades místicas y espirituales”. Siempre firma sus obras con su nombre sioux, Ioyan Mani, que significa “caminar más allá”.
Las protagonistas suelen ser mujeres. “Nuestras madres e hijas, nuestras hermanas, tías y abuelas. Nuestras mujeres son nuestro corazón y nuestro espíritu, siempre honradas, nunca olvidadas”.
Hoy Maxine da conferencias y participa de paneles donde habla de arte y temas sociales, ayudando a cerrar la brecha entre nativos y no nativos, jóvenes y mayores. Fue una de las primeras artistas en trabajar con los Programas de “Hermanamiento” de Aldeas de Canadá y África.
Sus creaciones se han incluido en las colecciones de museos nacionales, universidades, centros de arte nativo. En el 2019 fue nombrada miembro de la Orden de Canadá por su trabajo como artista visual y por alentar la expresión creativa en las comunidades indígenas.