Fue una novelista y poeta estadounidense-británica que escribió su experiencia como enfermera durante las dos guerras mundiales.
Nació en una familia adinerada de Chicago y estudió en Vassar College. Se graduó con una licenciatura en 1907. De gira por el Lejano Oriente, conoció y se casó con el escocés George Douglas Turner, tuvieron tres hijas y en 1913 se fueron a vivir a Inglaterra. Ahí Borden se unió al movimiento de las sufragistas que perseguían el derecho a las mujeres a votar. Fue arrestada es una manifestación por arrojar una piedra y pasó cinco días encarcelada.
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial en 1914, Mary usó su propio dinero para equipar y dotar de personal a un hospital de campaña para soldados franceses. Ella misma sirvió como enfermera voluntaria hasta el final de la guerra. Durante esos años escribió poesía, La canción del barro (1917), además de relatos como La zona prohibida (1929). Mientras otros autores como Hemingway romantizaron el combate bélico, Borden escribió con crudeza sobre las escenas diarias que le tocaba atender en primera línea. Sus escritos hoy son considerados potentes expresiones literarias de una historia generalmente narrada por hombres. “Borden mezcló los géneros de ensayo, ficción y poesía, y difuminó las líneas entre el documental y la ficción”, afirma la investigadora Ariela Freedman.
Durante la primera guerra vivió un intenso amor con Sir Edwards Spears, se divorció de su primer marido, quien se quedó con la tuición de sus hijas y en 1918 se casó con Spears. Una vez que se desató la II Guerra Mundial volvió a trasladarse a Francia con la intención de instalar un hospital de campaña, con fondos donados por amistades levantaron la Unidad de Ambulancias Hadfield-Spears en funcionó en Europa y Medio Oriente. En 1946, tras el fin de la guerra, publicó Journey down a blind alley.
A menudo Mary viajaba a Estados Unidos y ayudó a su sobrino Adlai Stevenson, a postularse para la presidencia, escribiendo algunos de sus discursos. También fue invitada de Albert Einstein en su casa de Princeton, donde debatieron, entre otras cosas, la existencia de Dios. Hasta el final de su vida en 1968, Mary fue una figura pública de alto perfil que apoyó a jóvenes escritores y artistas e hizo campaña por diversas causas.