Antes de la invención de la fotografía, pintores e ilustradores eran parte fundamental de los libros de ciencias, pues nos proporcionaban información fundamental y esclarecedora sobre las diferentes publicaciones. Este trabajo era principalmente realizado por mujeres quienes, además de artistas, eran grandes observadoras. Una de ellas fue Marianne North (1830), británica hija del parlamentario y rico terrateniente Frederick North.
Marianne mostró interés por la pintura y la escritura desde muy pequeña y gracias a los numerosos viajes que realizaba su padre por Europa y Oriente próximo tomó clases con diferentes artistas, lo que le ayudó a mejorar considerablemente sus capacidades. Nunca se casó, y cuando su padre murió heredó una pequeña fortuna que utilizó para cumplir su sueño: pintar flores y plantas en su entorno natural.
A los 41 años realizó su primer viaje en solitario –algo muy poco común en las mujeres de su época–, el que fue el inicio de una gran cantidad de aventuras. Algunos de sus destinos incluyeron Jamaica, Estados Unidos, Canadá, Japón y Brasil (varios de estos lugares fueron sugeridos por su amigo Charles Darwin). Luego de esto publicó su primer libro llamado Una visión del Edén, donde además de contar sobre la dureza de realizar sus trabajos, logró reunir una gran cantidad de obras. De vuelta en Londres, su extensa colección fue donada al Kew Gardens, donde logró muchísimo éxito.
A principios de la década de 1880 viajó a Australia, donde se hizo amiga de Marian Ellis Rowan, una de las artistas más prestigiosas de país. Ella la ayudó a mejorar sus conocimientos con la pintura al óleo. En 1884 y con la salud un poco deteriorada (padecía de reumatismo y algo de sordera) emprendió su última expedición, esta vez a Chile. A su regreso a Inglaterra expuso sus últimos trabajos en Kew Gardens, completando así una colección de más de 800 pinturas realizadas a lo largo de 13 años. Hoy muchos especialistas siguen alabando su trabajo que, además de su extraordinario colorido, destacan por su inmejorable rigor y fidelidad. Una artista con grandes conocimientos de botánica y cuyo aporte sigue atrayendo a muchos.