Hace un año atrás la ingeniera civil informática Barbarita Lara se convirtió en la primera chilena reconocida por el MIT entre los innovadores menores de 35 años. Lara tiene una empresa llamada Emercom y creó un programa llamado SIE (“Sistema de Información de Emergencia”) que logra enviar mensajes de emergencia tras un desastre a través de ondas de radio. La gracia es que SIE se puede instalar como aplicación en los smartphonesde manera de permitir su funcionamiento incluso sin redes móviles ni internet. El sistema surgió tras la experiencia vivida por miles de chilenos en el terremoto y tsunami del 2010, cuando los proveedores de internet, antenas, y otros mecanismos fallaron, dejando a parte importante del país incomunicado. La ingeniera estaba en la casa de sus padres ese 27 de febrero, con su hijo de cuatro años, y su marido se había quedado en Santiago. Estuvieron largas horas sin lograr comunicarse.
“En las charlas explico lo impactante que fue sentirnos aislados tras el terremoto. Trato de transmitir esa sensación de impotencia tras un desastre“, dijo la ingeniera el año pasado en entrevista con BBC Mundo. Ella es la primera chilena que integra la lista de innovadores menores de 35 años, donde alguna vez figuraron Mark Zuckerberg o Larry Page. Cada año son más mujeres las que forman parte de esa lista: “Estamos en otros tiempos. Las mujeres podemos. Yo soy la CEO de la empresa, soy la que negocia, la que se toma los whiskies y la que cierra los negocios“, afirma la ingeniera que también es directora regional en Chile de la ONG internacional “Girls in Tech”, fundada el 2007 en Silicon Valley para visibilizar a las mujeres en tecnología. También ganó el primer lugar en el programa “Líderes en Innovación” de la Real Academia de Ingenieros de UK
Desde niña Barbarita fue autodidacta y emprendedora. Le tocó vivir en la base naval de Puerto Williams porque su papá era criptólogo de la Armada, y los 10 años armó y desarmó su primer computador. “La satisfacción personal fue increíble. En ese momento pensé que tenía que vivir esa sensación todos los días“. Con 12 años ya se ofrecía para arreglar computadores y al principio ni cobraba porque solo quería aprender. Dos décadas después, y luego de haber estudiado en la universidad Federico Santa María, ha afirmado que le emociona ver el cambio de las niñas que con el acceso a internet han logrado mayor empoderamiento femenino. Además de SIE, participa de varios proyectos, otro consiste en una capacitación a profesores para enseñar a los estudiantes a programar a través de los micro computadores del proyecto Micro Bit, desarrollado por una ONG británica y BBC.