Maria Mitchell fue la primera mujer del mundo en ser conocida como profesora de Astronomía. En 1848 se convirtió en la primera mujer elegida miembro de la Academia Estadounidense de Artes y Ciencias. También integró la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia y cofundó la Asociación Estadounidense para el Avance de las Mujeres.
Creció en la isla Nantucket, Estados Unidos. Perteneciente a una familia cuáquera, su mamá era bibliotecaria y su papá maestro y astrónomo. A los 12 años, mientras seguía estudiando, se convirtió en asistente de enseñanza de su padre quien le transmitió todos sus conocimientos. Cinco años más tarde abrió su propia escuela.
Se desempeñó como bibliotecaria en la biblioteca pública de la isla. Ayudó a su papá con observaciones astronómicas y cálculos geográficos para US Coast Survey, agencia científica dedicada a aumentar la seguridad marítima. En 1847, descubrió un cometa por medio de un telescopio; es conocido como el “Miss Mitchell’s Comet” en su honor. El rey Christian VIII de Dinamarca le otorgó una medalla de oro por su hallazgo.
Aceptó un puesto de informática en la Oficina del Almanaque Náutico. Pese a no contar con estudios universitarios, en 1865 empezó a trabajar como académica de astronomía en el Vassar College en Nueva York, una institución sólo para mujeres donde hizo clases por más de dos décadas.
Lideró la lucha por el acceso de la mujer a estudios superiores y defendió sus derechos en el mundo académico. Participó en reuniones de sufragistas donde conoció a la activista Elizabeth Cady Stanton. Juntas fundaron la Asociación para el Avance de la Mujer, un grupo dedicado a la reforma educativa y la promoción de la educación superior.
Tras su muerte, sus amigas y discípulas fundaron la Asociación Maria Mitchell que promueve la “investigación y divulgación de información en astronomía, historia natural y otras ramas de la ciencia”, además de ofrecer una beca anual Women in Science para reconocer a todo aquel que promueva el avance de las mujeres en las ciencias.