Filomena Valenzuela Goyenechea fue una cantinera chilena nombrada subteniente tras su aporte en las filas del ejército durante la Guerra del Pacifico.
Nacida en Copiapó en años previos al conflicto bélico, Filomena procedía de una familia acomodada. Las cantineras eran consideradas camaradas dentro de las tropas, y su rol era vital en la atención de heridos, en la entrega de suministro a los batallones y los quehaceres domésticos.
En el caso de Valenzuela, su motivación para sumarse al ejército fue seguir a su esposo, quien dirigía el batallón Atacama. Dentro de este escuadrón la cantinera no sólo se dedicó a cuidar heridos, sino que también a utilizar su talento vocal para animar los momentos de descanso, haciendo honor a su rol de gestora cultural que tuvo en la época de estabilidad de la minería previo al conflicto.
Paralelamente Filomena participó en diversos hitos del contexto bélico como la toma de Pisagua de 1879 y las batallas de Dolores y los Ángeles. Junto a las tropas, Valenzuela luchó a la par junto a sus compañeros, usando armas, cabalgando y siendo un miembro activo en la formulación de estrategias de combate. Sería por esta labor que Filomena fue nombrada Subteniente, la primera mujer en obtener ese cargo.
Valenzuela se mantuvo en el ejército hasta la disolución del Batallón de Atacama. Tras finalizar el conflicto regresó a su vida dedicada a la cultura y las artes, participando en la compañía del Teatro Novedades de Iquique, misma ciudad donde finalmente falleció en 1924. En su honor, la calle principal de Cavancha lleva su nombre