Premio Nacional de Derechos Humanos del INDH 2022, la activista peruana Elizabeth Andrade Huaringa es la primera migrante en recibir este galardón. Educadora de párvulos y actual estudiante de técnico en trabajo social, lucha por los derechos de las mujeres y de las personas migrantes en Chile.
A pesar de que el dinero siempre fue escaso en su familia, creció en una comunidad donde todos se ayudaban. A los 16 años fue incorporada a un convento donde estuvo por una década, llegó incluso a hacer votos temporales. Cuando salió su mamá le dijo que “estaba yendo por mal camino” y le pidió que se mudara a Chile con su hermana.
Emigró en 1995, se asentó en la Región de Antofagasta. Se casó, tuvo a su hija Kimberly y sufrió de violencia intrafamiliar (VIF). Trabajó como asesora del hogar y después como asistente de párvulos. Pese al miedo, se separó y se trasladó a vivir a un campamento, “Nuevo Amanecer Latino”, en 2015.
Ahí se convirtió en dirigenta. Reconoció las dificultades que atravesaban la mayoría de los migrantes, la discriminación y abuso que sufrían. Se dio cuenta de lo importante que era empoderar a quienes habitaban el lugar, sobre todo a las mujeres. Muchas también habían sido víctimas de VIF.
Brindó asesorías en materia de vivienda, igualdad de género y derechos humanos. Creó la agrupación Rompiendo Barreras que luego se transformó en una corporación que reúne a ocho comités del macrocampamento «Los Arenales». Gestionó la electrificación, el acceso al agua potable y el estudio de suelo del conjunto de sitios.
Llevó a cabo el proyecto Jardín Comunitario Los Arenales, un espacio autogestionado de mujeres sin trabajo que quieren superar la violencia de género. Cofundó la Red Nacional de Organizaciones Migrantes y Promigrantes de Chile para luchar por los derechos de las personas, para construir una sociedad más inclusiva e intercultural.