La directora y guionista brasileña -más conocida como Ana Carolina a secas- es una de las cineastas más potentes y originales de su país en el género documental. En un mundo que durante décadas fue casi exclusivamente masculino, la realizadora se abrió pasó detrás de las cámaras, sobresaliendo también como compositora, montajista y productora. Por estos días se encuentra de visita en nuestro país.
Antes de dedicarse al cine estudió fisioterapia en la Universidad de São Paulo y se especializó en la parálisis cerebral. Luego entró a cine en la Escuela Superior de Cine de São Luís. En 1968 debutó como continuista en la película As Amorosas (1968), de Walter Hugo Khouri, y, ese mismo año co-escribió y co-produjo, junto a Paulo Rufino, el cortometraje documental Lavra-Dor. Su estreno como directora fue con la película Indústria (1969), a la que siguieron una serie de documentales como Getúlio Vargas (1974), cinta que muestra el contexto de Brasil desde 1930 hasta 1954.
En 1974 Ana Carolina, junto a unos socios, fundó la productora Crystal Cinematográfica y en 1982, dirigió y escribió Das Tripas Coração, que fue nominada al Kikito de Oro como Mejor Película. Por esa cinta ganó el premio a la Mejor Director. También ha sido reconocida en varias oportunidades por la Asociación de Críticos de Arte de Sao Paulo. Entre sus obras más destacadas también se encuentra Amélia (2001), que trata sobre el ataque a la gran actriz Sarah Bernhardt en su gira de 1906 por Río de Janeiro.