Tracey Emin es una artista conceptual británica reconocida por su enfoque audaz y confesional. Sus obras abarcan temáticas como el abandono, el trauma emocional, la vulnerabilidad, la intimidad y la identidad personal.
Emin tuvo una infancia marcada por diversos episodios turbulentos, como violencia sexual, embarazo adolescente, abortos y excesos; experiencias que influyeron profundamente en su obra. Así, la artista recreó sus crudas y dolorosas memorias, plasmándolas con autenticidad, honestidad y transparencia. “Soy una alcohólica, neurótica, psicótica, una perdedora obsesionada conmigo misma, pero soy una artista”, ha declarado Emin.
Tracey estudió en el Maidstone College of Art y en el Royal College of Art de Londres, y se hizo conocida en la década de 1990 como parte del grupo artístico de los YBAs (Young British Artists). Desde el inicio, su carrera se centró en la auto exposición a través de pinturas, videos, instalaciones, fotografías, bordados y esculturas, transformando así a su obra y vida personal en uno. Desde allí se convirtió en una de las protagonistas del arte contemporáneo y una de las más reconocidas artistas de la escena británica.
Uno de sus trabajos más emblemáticos es “My Bed” (Mi cama), una instalación que presenta su cama desordenada con sábanas manchadas, ropa interior usada, objetos personales y restos de alcohol. Esta pieza, fue finalista en los Premios Turner en 1999, donde generó fuertes reacciones, convirtiéndose en un ícono del arte contemporáneo.
Controvertida y desafiante, Tracy ha utilizado su arte como una tribuna emotiva, reveladora y vulnerable: “El arte debe ser revelador. Debe ser totalmente creativo y abrir puertas a nuevas ideas y experiencias”, declara Emin.
Entre sus múltiples reconocimientos y trayectoria, la artista fue nombrada en 2007 como miembro de la Real Academia de las Artes de Gran Bretaña.