La vida de Leymah Gbowee ha estado marcada por las dos guerras civiles que han azotado a Liberia. La primera cuando ella tenía 17 años, que hizo que se mudara hasta la capital Monrovia, escapando de la violencia de la guerra. Fue ahí que comenzó una carrera de terapeuta gracias a una capacitación de las Naciones Unidas y luego uniéndose como voluntaria en una iglesia luterana a la que asistía su madre. Participó de un programa que trataba con gente traumatizada por la guerra, especialmente con niños soldados del entonces presidente Charles Taylor, hoy condenado a 50 años de cárcel por crímenes contra la humanidad.
Su experiencia dio origen en 2002 a Women of Liberia Mass Action for Peace (o Masiva acción de mujeres de Liberia por la paz) donde mujeres cantaban por la paz en un mercado de pescado. Leymah logró unir a miles de cristianas protestantes con musulmanas en Monrovia, en una acción que consistía en rezar oraciones de ambos credos en multitudinarias demostraciones pacíficas que desafiaban el presidente, considerado ya un tirano en esa época. El movimiento comenzó a tener tantas adherentes y fuerza política que lograron forzar una reunión con el Presidente Taylor y que éste prometiera que iría a Ghana a las conversaciones para terminar con la segunda guerra civil que azotaba a Liberia.
Para presionar aún más la llegada de la paz, cientos de mujeres guiadas por Leymah fueron a Ghana a protestar silenciosamente frente al Palacio Presidencial donde se sostenían las reuniones políticas que debían dar solución a la guerra. Cuando las conversaciones no parecían ir a ningún lado, Leymah decidió sentarse en el suelo de la entrada del hotel, junto a todas las mujeres, como forma de presión pacífica para que se llegara a una salida para la situación de su país. Un mes después, en agosto de 2003, se firmó el acuerdo de paz que marcó el comienzo del fin de la guerra civil en Liberia y la elección democrática de la primera mujer presidente de una nación africana, Ellen Johnson. Junto a ella y la yemení, Tawakkul Karman, Leymah compartió el Premio Nobel de la Paz “por su lucha no violenta por la seguridad de las mujeres y los derechos de las mujeres a la plena participación en la obra de construcción de la paz”.
La labor de Leymah tras el fin de la guerra siguió más vigente que nunca. Tras 14 años de violencia civil las consecuencias eran terribles: 250.000 personas estaban muertas, una de cada tres personas estaba desplazada, un millón de personas en muy malas condiciones sanitarias y un 75% del país con su infraestructura completamente destruida.
Para Leymah esto sigue siendo una lucha ya que Liberia se convirtió en un país donde la generación post guerra tiene grandes consecuencias sicológicas, especialmente porque lo común para los hombres fue tener una arma entre manos y para las mujeres el haber sido víctimas de violación. Hoy Gbowee es directora ejecutiva de la Red Africana de Paz y Seguridad para las Mujeres en Ghana y trabaja para construir relaciones en la región del oeste de África en apoyo a la capacidad de las mujeres para prevenir, evitar y terminar con los conflictos. Ella es miembro fundador y ex coordinadora del Programa Mujeres en la Consolidación de la Paz/Red de África Occidental para la Consolidación de la Paz (WIPNET / WANEP). Gbowee también fue comisionada designada a la Comisión de la Reconciliación y la Verdad en Liberia.