En febrero de 2019 se celebró el octavo mundial de parataekwondo, en Turquía. Y en la categoría de menores de 30 años femenino, una chilena hizo historia: Paloma Martínez consiguió el oro, siendo la primera vez que se obtiene esta medalla para el país.
Paloma es de Puente Alto, comuna donde vive y camina hasta el lugar de entrenamiento seis veces a la semana. Su madre la acompañó en este viaje a la competencia mundial de la disciplina que le apasiona, y destacó en entrevistas que esto era además un premio al esfuerzo y la dedicación que la joven con síndrome de down demuestra con sus múltiples entrenamientos, y sorteando todo tipo de dificultades para llegar a campeonatos (Martínez no recibió el apoyo del Ministerio del Deporte antes de viajar). “Ella se propone hacer algo, y hay que acompañarla solamente”, dijo su madre orgullosa, sobre la joven de 22 años con discapacidad intelectual. Ya había ganado otras competencias, como el primer lugar en un torneo panamericano celebrado en EE.UU.
Comenzó a entrenar hace seis años en un taller de la municipalidad de Puente Alto; es la alcaldía la que ha apoyado mayormente a la campeona, en sus viajes y entrenamiento. En Turquía, Paloma ganó tres combates, a Inglaterra, Rusia y la representante del país anfitrión, generando el orgullo para el país entero y las felicitaciones de autoridades chilenas. Ahora la joven seguirá entrenando y compitiendo, y postulando a becas del Ministerio del Deporte, convertida en campeona.