Es una de las voces más autorizadas de su país cuando se trata de hablar del medio ambiente. Dirige hace varios años el Instituto Alexander von Humboldt, dedicado a la conservación y la investigación en terreno de la biodiversidad colombiana. Pero Brigitte es conocida, además, por su historia personal: es una de las más reconocibles mujeres transgénero colombianas y de las primeras en cambiar su género en la cédula de identidad.
Nació como Luis Guillermo, pero cuenta que desde niña supo que no era hombre. Eran otros tiempos, y nunca vio como una posibilidad real el cambio de género. Sentía que tenía cargar con la maldición de sentirse mujer. Todavía con su identidad masculina, estudió Biología en la Universidad Javeriana, donde luego ha impartido clases por más de veinte años, y se graduó con una tesis sobre la ecología de la pesca en el Amazonas. Se ganó una beca Fulbright para realizar un Magíster en Conservación y Desarrollo Tropical en la Universidad de Florida entre 1992 y 1994. Otra de sus áreas de trabajo ha sido el manejo de bosques por comunidades rurales en Boyacá Andes. En 2001 recibió la beca Russell E. Train (WWF) para continuar con sus estudios de posgrado y en 2016 un PhD Honoris Causa en Gestión Ambiental de la Unipaz.
Baptiste fue parte del grupo que durante los noventa armó el Instituto Humboldt. En 1998, cuando tenía treinta y cinco años, una carrera profesional consolidada, un divorcio a cuestas, y tras la muerte de su hermana, decidió que no podía seguir viviendo escondida, usando ropa de mujer en privado, y comenzó su transición de género. Fue después de eso, de comenzar a convertirse en Brigitte —nombre que escogió en honor a la Bardot—, cuando conoció a Adriana, su mujer hasta hoy, y madre de sus dos hijas, Candelaria y Juana Pasión.
Así, Brigitte se transformó en un ícono de su país, además de ser una de las líderes del medio ambiente. Aunque no se considera activista LTGBQ, aparece constantemente en los medios hablando tanto de los derechos y avances de la comunidad trans como de la preservación de los ecosistemas.
Se levanta a las cuatro de la mañana para escribir su columna quincenal en el periódico La República y actualizar el blog del Instituto Humboldt. Tras el proceso de paz en Colombia, posguerra con las FARC, ha estado luchando por la protección de los territorios que antes eran inaccesibles: en los primeros seis meses de desocupación, ya se habían descubierto más de cien especies en lugares recuperados. Hoy, el trabajo de Brigitte es seguir luchando por la conservación de estos tesoros naturales de Colombia.
* Esta bacana es parte de nuestro libro Mujeres Bacanas Latinas.