Activista, periodista, autora y traductora iraní. Para Noushin Ahmadi, “la lucha por los derechos de la mujer es la vida misma”. Cofundó el Centro Cultural de la Mujer en Teherán, la primera ONG establecida después de la Revolución Islámica, y fue sentenciada a prisión por “amenazar la seguridad nacional”.
Los problemas de discriminación de género no surgieron en su vida familiar, aunque sí eran evidentes en su sociedad. Ella llegó a sentir “culpa” por ser mujer. Noushin estudió traducción al inglés en la Universidad de Azad e hizo una maestría en estudios de la mujer en la Universidad de Teherán.
En el 2006, junto a sus compañeras, organizaron la “Campaña Un Millón de Firmas” que pretendía conseguir apoyo para cambiar las leyes discriminatorias. Más importante que alcanzar el número de firmas que se habían propuesto, era introducir el tema de la igualdad de derechos en el debate público.
Algunas miembros de esta comunidad fueron arrestadas y llevadas a juicio con diferentes excusas. A Noushin la acusaron por hacer un llamado a una reunión “ilegal”; tuvo que pagar una fianza para que la liberaran. Luego prohibieron y cerraron la web del Centro Cultural de la Mujer, por lo que lanzaron otro sitio llamado Escuela Feminista.
La condenaron a un año de prisión en suspenso y cinco años de libertad condicional en el 2012. Los cargos hacían referencia a la línea editorial de Escuela Feminista, opuesta y crítica al régimen, y a las convocatorias de reuniones consideradas ilícitas tras las elecciones de 2009.
Participó en “Changing The Parliament’s Male Face”, cruzada que buscaba una mayor presencia política femenina, promover candidatos de ambos sexos que apoyaran mayores derechos para las mujeres. El parlamento tenía 290 escaños, 281 de éstos los ocupaban hombres.
Ha escrito varios libros sobre el movimiento feminista en Irán. En 2004 ganó el premio Latifeh Yarshater, otorgado por la Fundación de la Herencia Persa, por un libro coescrito con Parvin Ardalan sobre la primera abogada del país, Mehrangiz Manouchehrian.