Es la primera mujer latinoamericana en presidir la Asamblea General de las Naciones Unidas, cargo que asumió luego de acumular una amplia experiencia en relaciones internacionales, derechos humanos y pueblos indígenas.
Su relación con la ONU se remonta a 2008, cuando fue la primera mujer representante permanente de Ecuador, cargo desde el que lideró iniciativas para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, ocho metas que se debían alcanzar para 2015 en relación con la erradicación de la pobreza, la igualdad de género y la sostenibilidad del medio ambiente, entre otros temas.
Nacida en España de padres ecuatorianos, María Fernanda Espinosa se graduó de Lingüística Aplicada y después cursó un posgrado en Antropología y Estudios Amazónicos en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en el Ecuador. Antes de iniciar su vida política trabajó como profesora e investigadora en su casa de estudios, con investigaciones centradas en el Amazonas, gracias a las cuales fue becada por diferentes instituciones como la Fundación Rockefeller y la Fundación Ford.
Su trabajo académico se plasma en más de treinta artículos científicos, donde aborda temas como la región amazónica, la cultura, el patrimonio, el desarrollo sostenible, el cambio climático, la propiedad intelectual, la política exterior, la integración regional, la defensa y la seguridad.
María Fernanda fue asesora del presidente de la Asamblea Constituyente, que en 2008 elaboró la Constitución de Ecuador. Además, fue dos veces ministra de Relaciones Exteriores, ministra coordinadora de Patrimonio Cultural y Natural, y ministra de Defensa Nacional.
Espinosa no solo ha dedicado su vida a la política, sino que también es una destacada poeta, que mediante su obra reivindica el reconocimiento y respeto de las comunidades indígenas y la naturaleza. Galardonada con el Premio Nacional de Poesía en 1990, entre sus obras destacan Caymándote, Tatuaje de selva y Loba triste.
Tras ser elegida presidenta de la Asamblea General de la ONU con el apoyo de 128 de 192 países, Espinosa fijó una agenda de seis puntos: discapacidad, trabajo decente, rol de los jóvenes en la paz, resolución de conflictos, reforma a la ONU e igualdad de género. Además liderará e implementará la Agenda 2030, que contiene diecisiete objetivos de aplicación universal para conducir a los países hacia un mundo más sostenible de aquí a los próximos diez años.
* Esta bacana es parte de nuestro libro Mujeres Bacanas Latinas.