Es la primera político australiana de ascendencia indígena elegida como miembro del parlamento de su país, por el distrito de Barton. Esto tras una larga carrera en política en el estado de Nueva Gales del Sur, donde ha sido líder de la oposición y ministra.
Burney nació en Whitton, como parte del pueblo aborigen Wiradjuri. La criaron sus tíos; a su padre, no lo conoció hasta que tuvo 20 años, y fue ahí cuando comenzó a abrazar su herencia y también a una nueva familia, de diez hermanos, que se le presentó. Igualmente, ser de ascendencia indígena no era fácil en Australia: “Soy miembro de la gran nación aborigen de los Wiradjuri […] Crecer como una joven aborigen mirando al espejo del país era difícil y alienante. Tu reflexión en ese espejo era fea y distorcionada en el mejor de los casos, y en el peor era inexistente”.
Se tituló de profesora y comenzó a trabajar por la causa indígena de su tierra, en varios grupos anti discriminación y organizaciones que trabajan por la reconciliación entre los pueblos australianos. Desde 2005 en adelante comenzó a tener cargos oficiales en el gobierno de Nueva Gales del Sur, siendo ministra de juventud entre otras áreas. Tras una impecable y ascendente carrera política, en julio fue elegida para el parlamento.
En su primer discurso, Burne usó un traje tradicional aborigen para la sesión que incluye una especie de abrigo de piel de canguro y un tótem personal. El suyo es la cacatúa blanca. Dijo que seguirá peleando por los derechos de los aborígenes, que siguen teniendo problemas de pobreza y salud. Y dejó un mensaje para otras jóvenes de ascendencia indígena como ella: “Si yo me puedo poner de pie en este lugar, ustedes también. No dejen que nadie les digan que están limitados por algo”.