Hace un par de semanas Sherin Khankan, junto a otra imán mujer, lideró las oraciones de viernes en la Mezquita Mariam, abierta en febrero pasado en Dinamarca. Es la primera en el país para mujeres y donde las mujeres lideran. Khankan, una activista y líder feminista musulmana, espera inspirar a más en el mundo de su fe a seguir su ejemplo, y comenzar a no dar por sentado las estructuras masculinas de la religión.
Khankan es hija de un musulmán sirio, quien llegó como refugiado al país, y de una finlandesa cristiana. Estudió sociología de la religión y filosofía, y comenzó un camino de activismo para dar visibilidad a las mujeres musulmanes, y para reconciliar a su fe con el mundo occidental, lo que tras el 11 de septiembre de 2001, se convirtió en un movimiento más de defensa que de cambio.
Khankan, quien sólo usa el velo para rezar, lideró la apertura de la mezquita Mariam este año, luego de una vida yendo a rezar en salones secundarios, por entradas traseras, como es para las mujeres musulmanes en la mayor parte del mundo. “Nunca me sentí a gusto en las mezquitas existentes. Las nuevas grandes mezquitas son increíblemente bellas, pero tengo la sensación de ser una extraña cuando estoy ahí. Las mujeres nos paramos en un balcón y miramos hacia abajo a lo que pasa. Muchas mujeres y gente joven ni siquiera van a las mezquitas porque entras a un mundo dominado por hombres y un espacio patriarcal en donde un hombre lidera el piso, las oraciones, ellos son el foco. Por eso es que estamos haciendo esta mezquita en términos femeninos”. La idea es acercar la fe a la gente del nuevo milenio, hombres y mujeres. Y que también en otras religiones, judías, católicas, se reflexiones sobre el lugar secundario que se la ha dado a las mujeres.
En agosto pasado, tras un meses de funcionamiento informal, pudieron realizar su primer viernes de oraciones, frente a 60 mujeres presentes.
Foto: Facebook y Politiken.