Emilia Vergara es lideresa de Niñas Valientes, fundación sin fines de lucro que trabaja para promover la equidad y prevenir la violencia de género a través de la educación. UNICEF América Latina y el Caribe la seleccionó como consultora para levantar las problemáticas y desafíos de la región. Emilia es una de las Bacanas Sub 30 de 2021, elegida por Mujeres Bacanas y el Programa de la Autoestima de Dove.
Cuando entró a estudiar Ingeniería Comercial a la Universidad de Chile se empezó a vincular como oyente en espacios de activismo feminista, y coincidió con amigas cercanas en momentos de transformaciones. Una de ellas estaba ayudando a formar la Secretaría de Género y Sexualidad en su misma facultad.
Al terminar la universidad en el 2018, no se imaginaba desarrollándose en nada que no estuviera relacionado con temas de género. “¿Cuál dirías que es tu lucha?”, le preguntó la psicóloga Nerea de Ugarte cuando la conoció. ”Mi lucha es romper con los micro machismos, las formas cotidianas en la que estos se manifiestan y que vivimos a diario”, le respondió. Nerea se quedó mirándola y le contó que en tres semanas comenzaría a formar un colectivo de mujeres, La Rebelión del Cuerpo. Se hicieron amigas, y Emilia fue voluntaria en la Rebelión desde sus orígenes.
Al principio, tenían que convencer a las comunidades educativas de que hablar de esto era importante. La ola feminista les abrió el camino, las instituciones se dieron cuenta que si no se sumaban a la realidad se iban a quedar fuera de ella.
Emilia hizo un diplomado en Teorías de Género, Desarrollo y Políticas Públicas en la U. de Chile. Quería aprender a vincular estos temas con la educación. Creía necesario plantear algo más concreto, el rumbo de la fundación Niñas Valientes sería proponer un modelo de educación no sexista.
El 2020 perdieron el financiamiento; Niñas Valientes tuvo que hibernar por un tiempo. Mientras tanto, con Carla Ljubetic, psicóloga con quien desarrolló espacio Agenda de Género en la radio ADN, contactaron a cinco mujeres voluntarias para levantar la fundación. Se juntaban semanalmente para construir un modelo de enseñanza no sexista, y terminaron forjaron un equipo.
Con el objetivo de fomentar la equidad de género en los espacios educativos, ofrecen diagnósticos sobre desigualdades, crean talleres de sensibilización y formación, los asesoran y acompañan a lo largo de todo el proceso. Emilia tuvo la inquietud de seguir especializándose, quería entender teórica y prácticamente estrategias para abordar las desigualdades. Hoy está cursando el Magíster Educación, Género y Desarrollo Internacional en University College de Londres mientras continúa trabajando en la Fundación.
Para ella, lo más importante es potenciar el pensamiento crítico que le permita a las niñas cuestionar lo establecido. “La forma de avanzar hacia una autoestima fuerte es entender que los mandatos sociales, las estructuras establecidas, pueden ser cambiadas. Necesitamos pensamiento crítico para cuestionar lo establecido y romper con los estereotipos y roles de género”, explica.