A los 26 años, sin tener ningún entrenamiento militar o de astrónoma, Valentina Tereshkova se convirtió en la primera mujer en viajar al espacio, para luego volver a la tierra en paracaídas desde más de seis mil metros de altura, para aterrizar en Kazajstán.
Tereshkova vivía en un poblado de la URSS, trabajaba en una fábrica y practicaba paracaidismo como aficionada. Sus ganas de participar de la carrera espacial, que por esos años marcaba la Guerra Fría, la hicieron inscribirse como voluntaria para formar parte del cuerpo femenino de cosmonautas. Luego del vuelo de Yuri Gagarin en 1961, el principal ingeniero de naves espaciales, Sergey Korolyov ideó una misión para que una mujer fuera al espacio. La finalidad de la misión Vostok 6 era estudiar si las mujeres tenían la misma resistencia física y mental que los hombres estando en el espacio, y por supuesto hacerlo antes que Estados Unidos.
Valentina, quedó seleccionada, junto a otras tres finalistas, entre 400 candidatas. Recibió un duro entrenamiento durante el cual tuvo que mentirle incluso a su madre por tratarse de una misión secreta. Su versión oficial fue que estaba entrenando salto en paracaídas para formar parte de un equipo de elite.
Finalmente fue la elegida para ir al espacio exterior. Su nombre en clave fue Chaika (Чайка) que significa Gaviota en ruso. Durante las primeras horas de viaje, Tereskhova sufrió ataques de vértigo con fuertes mareos y vómitos. También tuvo un percance por una rotura en su escafandra que logró solucionar. El Vostok 6 orbitó 48 veces la Tierra en un viaje espacial de 70 horas y 50 minutos de duración.
Ese único vuelo superó la sumatoria de todos tiempos de los astronautas estadounidenses que habían orbitado la Tierra hasta esa fecha. No sólo fue la primera mujer sino que también la primera persona de tipo civil en volar en el espacio. Valentina fue incorporada a modo de honor por la Fuerza Aérea Soviética luego de su viaje al espacio exterior.
De vuelta en tierra firme Tereshkova estudió ingeniería espacial y se interesó también por la política. En 1968 fue nombrada jefa del comité de mujeres soviéticas y luego fue diputada del Soviet Supremo hasta 1970. En 1975 participó en la Conferencia Mundial de la ONU con motivo del Año Internacional de la Mujer. En 1982 recibió el Premio Simba por su labor de promoción de la mujer.
* Esta bacana es parte de nuestro libro Mujeres Bacanas.