La nigeriana Aisha Bakari hoy usa sus aptitudes de cazadora de animales para perseguir a miembros del grupo terrorista Boko Haram, que siguen secuestrando, asesinando y destruyendo la vida de cientos de personas en África.
Aisha nació en una familia de arqueros y creció en las cercanías del bosque Sambisa. Ahí solía cazar con su padre y abuelo. Mientras Aisha probaba suerte con ser costurera, llegó el grupo fundamentalista islámico, cuyo nombre se traduce como “La pretenciosidad es anatema”, a países como Nigeria, Camerún, Chad, Mali y su natal Nigeria. La población civil comenzó a estar en constante peligro de ser secuestrados por un grupo que pretende imponer la Sharia o ley islámica en todo el territorio. Por ejemplo en 2014 este grupo terrorista secuestró más de doscientas niñas de una escuela en Jibik, como parte de una campaña contra la educación occidental.
Debido a la gran cantidad de abducciones y violencia, el gobierno de Nigeria comenzó a enlistar a miles de cazadores, por a sus habilidades de rastreo, para perseguir a los fundamentalistas y así rescatar a quienes han sido secuestrados. Aisha se ofreció de voluntaria, confiada en que sus habilidades para la caza podrían servir de algo. En la primera misión de rescate en la que participó, a pesar de encontrar donde estaban unas niñas cautivas, fallaron en su liberación debido a que no contaban con armas suficientes para combatir las de Boko Haram.
Hoy con 39 años, Aisha lidera un grupo de hombres de entre 15 y 30 años en el norte de Nigeria, que conocen a la perfección la geografía local. Cuando están rastreando terroristas, se comunican entre ellos mediante lenguaje de señas y sonidos de animales y pájaros. Juntos han liberado cientos de hombres, mujeres y niños de las manos de Boko Haram.
Nombrada como Sarauniyar Baka, “la reina de los cazadores” por la Asociación de Cazadores en el Estado de Adamawa en una decisión unánime, hoy Aisha lucha junto a sus colegas, todos voluntarios, para que el gobierno les pague un sueldo y los ayude con armas, agua y comida para enfrentar la amenaza del terrorismo.