La italiana Laura Bassi desafió con su inteligencia las convenciones del siglo XVIII y se transformó en una de las intelectuales y científicas más destacadas de la Ilustración.
Hija de un abogado, Laura nació en 1711 en Bolonia en una familia de clase media que sin importar su condición de mujer, la educó mediante tutores privados. Desde los 5 años comenzó a aprender latín, francés y matemáticas con el religioso Lorenzo Stegani, y luego estuvo bajo la tutela de Gaetano Tacconi, doctor y filósofo. Su sobresaliente inteligencia y oratoria la hicieron destacar entre los círculos académicos de la época y tener de mecenas al cardenal Prospero Lambertini, futuro Papa Benedicto XIV.
A sus 21 años, tras responder 49 preguntas sobre física, metafísica y filosofía, obtuvo un doctorado honorífico en Filosofía en la Universidad de Bolonia y fue nombrada profesora en dicha universidad. Sin embargo no pudo ejercer su labor académica, pues era mal visto que una mujer estuviese sola en presencia de solo hombres, aun cuando fueran sus alumnos.
En 1738 se casó con el doctor y físico Giuseppe Veratti con quien tuvo 8 hijos, y el comienzo de una vida matrimonial que le permitió seguir con sus intereses científicos. En 1745, su antiguo mecenas, ya ungido como Papa Benedicto XIV, creó un grupo de elite intelectual de 24 científicos denominado Bennedetina. Bassi lo convenció de que la nombraran la miembro 25, lo que la consolidó como científica ante la academia.
Junto a su marido, armaron una escuela y laboratorio en su casa donde comenzaron a estudiar la electricidad y a la vez impartir clases de física experimental bajo el alero de la Universidad de Bolonia. Su hogar se transformó en uno de los espacios más innovadores de la época, donde acudieron durante 30 años estudiantes de toda Europa. Así tuvo un rol fundamental en la difusión de los principios matemáticos de Newton y los investigaciones eléctricas de Benjamin Franklin.
Finalmente pudo impartir clases en la Universidad de Bolonia en 1776 tras ser nombrada presidenta de Física Experimental, gracias a sus estudios de la aplicación de la electricidad en medicina. A sus 66 años murió de forma repentina y fue sucedida en su puesto por su marido.