Es, hoy, la Señora Star Wars. O, si prefieren, la mujer más importante de Hollywood: cuando George Lucas decidió retirarse, invitó a almorzar a esta productora y le dijo que era ella la elegida para continuar con Lucasfilms –comprado en 4 billones de dólares por Disney-, y revivir las películas de los Jedi. Una empresa no menor, considerando que los últimos tres episodios habían sido recibidos tibiamente por la crítica.
Pero Kennedy no es cualquier ejecutiva: comenzó trabajando en televisión en los 70, y pronto se transformó en la mano derecha de un joven cineasta llamado Steven Spielberg. Ya en 1981 era oficialmente su socia en Amblin, junto a Frank Marshall, quien se convertiría en su marido, y padre de sus dos hijas. Antes de hacerse cargo de Lucasfilms, Kennedy ya había producido más de 50 exitosas películas, incluidas las Indiana Jones, Jurassic Park, o pequeñas joyas como Persepolis. Así, ha sido nominada como productora a más de 100 premios Oscar, y es una de las reinas de la taquilla.
Para revivir Star Wars, contrató a JJ Abrams, y juntos nos entregaron a Rey, la primera mujer Jedi. Hoy, Star Wars planea el estreno del primer spin-off de la saga, Rogue One, además de los episodios VIII y IX, la serie animada y videojuegos.