“Cuando la mujer mexicana quiere, puede”. Así se llamó el reportaje que la hizo ganadora del Premio Nacional de Periodismo Juan Ignacio Castorena y Ursúa en 1973. El título podría aplicarse a la propia vida de la periodista y feminista Esperanza Brito de Martí, quien dedicó más de veinte años de su vida a hacer valer los derechos de las mujeres.
Si bien creció en un hogar de apertura intelectual, hija de Rodulfo Brito, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, y de la activista feminista Esperanza Moreno, su formación fue conservadora. Se casó a los diecinueve, tuvo seis hijos y se dedicó al hogar. Sin embargo, cuando tenía treinta y cinco decidió que no quería pasar el resto de su vida “pelando papas” en su casa. Fue adquiriendo nociones feministas, gracias a la influencia de su madre y luego de leer libros sobre el tema. Entonces comenzó a ejercer el periodismo, entró a trabajar en la revista Novedades en 1963, y luego colaboró en Vanidades, Buenhogar y Cosmopolitan. Fue en este tipo de publicaciones femeninas donde innovó introduciendo temas feministas.
Fue una de las fundadoras y presidenta del Movimiento Nacional de Mujeres que se constituyó legalmente en 1972, y tuvo un importante papel durante la primera Conferencia Mundial sobre la Mujer que las Naciones Unidas realizó en Ciudad de México en 1975. En esa ocasión le tocó enfrentar las críticas de feministas más radicales que rechazaban la institucionalidad de las Naciones Unidas. Pero Brito era partidaria de aprovechar la publicidad del evento para plantear demandas como el aborto libre y gratuito.
En 1978 varias agrupaciones feministas formaron una alianza para crear un proyecto de ley que garantizara los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres, que se llamó Maternidad Voluntaria. Ese mismo año la periodista llegó a ser directora de Fem, una de las primeras publicaciones feministas de América Latina.
Luego de algunos intentos fallidos, en 1990 la alianza feminista logró impulsar la creación de un Centro de Atención a la Violencia Intrafamiliar y Sexual (AVISE) para las víctimas de este tipo de delitos.
En honor a su compromiso feminista, el primer Centro de Apoyo a la Mujer en el Distrito Federal se llamó Esperanza Brito de Martí, reconocimiento público que alcanzó a recibir en vida, llena de orgullo.
* Esta bacana es parte de nuestro libro Mujeres Bacanas Latinas.