Poeta, cantora y payadora, considerada como una de las primeras mujeres en practicar este arte en Chile, Cecilia Astorga Arredondo fue fundamental para la creación de una escena femenina de payas. Con un canto “digno, poético, profundo y divertido”, como ella lo definía, fue artífice de lo que es hoy la paya como un acto artístico.
Con 56 años, murió en octubre de 2024 a causa de cáncer.
Nieta de un abuelo materno cantor, nació en una familia donde había mucha preocupación por las artes. Desde niña cantó junto a su hermano mayor, el folclorista Francisco Astorga. Entonaban versos, principalmente a lo divino, que es el canto de la décima en un ritual religioso. Aprendió la sabiduría del “canto a lo poeta”, de la paya (palabra que proviene del quechua y que alude al contrapunto, es decir, el duelo entre dos poetas).
Cercana a las décimas, las coplas y el canto campesino en general, en 1985, con 18 años, grabó el álbum «Cantos campesinos de Navidad» con el conjunto «Cantalar de Graneros». Ingresó a la Universidad Católica de Curicó donde se formó como profesora de educación básica, y luego estudió música en la Universidad de Concepción.
Empezó a escribir sus propios versos. En 1994 comenzó a improvisar y cuatro años después el músico y payador Pedro Yáñez la invitó a un encuentro; hasta esa fecha ninguna mujer había subido a un escenario como payadora.
Impartió un taller de poesía popular para estudiantes de la Escuela de Educación de la Universidad de O’Higgins hasta que a inicios de 2023 le diagnosticaron cáncer de mama.
Con tres décadas de trayectoria en el arte de las payas, el Ministerio de las Culturas le entregó el Premio a la Trayectoria Nacional Margot Loyola Palacios, el galardón en música y cultura tradicional más importante que existe en el país.