Alma Thomas fue una pintora expresionista y profesora de arte, que perteneció a la pintura de los “campos de color”. Demostrando que nunca es demasiado tarde, su desarrollo como artista comenzó cuando ya alcanzaba los 70 años.
Nació en Georgia y fue la mayor de cuatro hermanos. Su padre era comerciante de profesión y su madre diseñadora, y siempre se preocuparon por su educación. En 1906 su familia se trasladó a Washington, D.C., por la segregación racial en Georgia y también por el sistema escolar público de Washington.
Desde niña Alma mostró interés por el arte. Estudió en el Instituto Técnico Armstrong donde egresó en 1911 y luego cursó educación infantil en la Escuela Normal Minor. En 1913 empezó a trabajar como profesora. En 1921, cuando tenía 30 años, entró a estudiar arte en la Universidad de Howard y se convirtió en la primera graduada del recién creado programa de Bellas Artes. Se cree que fue la primera mujer afroamericana, o la primera mujer en absoluto, en recibir una licenciatura en arte en Estados Unidos.
Entonces Thomas empezó a enseñar en la Escuela Secundaria de Shaw, donde permaneció hasta su jubilación en 1960. Durante esos años inauguró un programa comunitario de arte, impulsó actuaciones con marionetas y la confección de tarjetas navideñas para los soldados veteranos de Tuskegee.
En 1934 Alma obtuvo su maestría en Educación de Arte de la Universidad de Columbia y estudió pintura en la Universidad Americana. Su estilo evolucionó, pasando de la pintura figurativa al cubismo y el expresionismo abstracto. Comenzó a ser reconocida como artista una vez que se jubiló de maestra, a los 69 años, y se dedicó a la pintura. Entonces aprendió sobre el movimiento Expresionismo Abstracto (Color field) y en su taller, que era la cocina de su casa, creó obras como Watusi (Borde Duro) (1963).
Su primera exposición retrospectiva fue en 1966 en la Galería de Arte de la Universidad Howard y creó una serie de naturaleza trabajos abstractos inspirados en las pinturas de color de campo. Estas obras han sido comparadas a mosaicos bizantinos y las pinturas puntillistas de Seurat. A los 81 años fue la primera mujer afrodescendiente que expuso individualmente en el Whitney Museum de Arte americano.
Alma continuó siendo reconocida por su trabajo hasta el momento de su muerte en 1978. Como una artista afrodescendiente, dejó un legado que trasciende el paso de las generaciones.