Ayer el candidato presidencial demócrata Joe Biden anunció a través de Twitter que su compañera de lista como vicepresidenta será Kamala Harris. La nominación de la actual senadora por California la transforma en la primera mujer de color que participaría de una dupla presidencial. Harris es abogada, tiene 55 años, y es hija de madre india y padre jamaicano. Su nombre sonaba desde hace semanas como posible fórmula para fortalecer la candidatura de Biden, a quien ya se había enfrentado en las primarias del Partido Demócrata. Kamala goza de buena llegada con el electorado por su fuerte compromiso social y credibilidad política, y eso se ha reflejado en su aporte a la campaña durante los últimos meses. Mucho la consideran la versión femenina de Obama y ya ha marcado varios hitos: fue la primera mujer afrodescendiente en ser elegida fiscal general de California y luego la segunda en llegar al Senado, en 2017.
Kamala ha alzado su voz opositora al gobierno de Donald Trump, criticando duramente políticas de gobierno como la migratoria. Otras de sus causas es defender a las familias de clase media y denunciar el abuso policial contra ciudadanos afrodescendientes.
Creció en Oakland y Berkeley, California, y participó desde niña en el Movimiento de los Derechos Civiles impulsada por sus padres: su madre, Shymala Gopalan, se graduó de la Universidad de Delhi a los 19 años y se trasladó a Berkeley para estudiar nutrición y evitar un matrimonio arreglado. Donald Harris, proveniente de Jamaica, es economista de la misma universidad.
Egresó de la Universidad de Howard y obtuvo una licenciatura en Leyes de la Universidad de California. Más adelante se convirtió en fiscal de distrito de la ciudad de San Francisco. Durante la crisis financiera de 2008 a Harris le tocó evitar que algunas familias endeudadas perdieran sus casas. Desde que se convirtió en senadora, ha apoyado la protección municipal para los inmigrantes indocumentados, la reducción de impuestos para la clase media y trabajadora, el aumento de los impuestos al 1% más rico de los estadounidenses. Además de su trabajo como fiscal y congresista, Kamala ha escrito dos libros sobre género y política, y un libro infantil.