Chela Lira fue una artista y pintora chilena, destacada por su obras neoimpresionistas y simbolistas que retrataron principalmente lugares del país como Antofagasta y Valparaíso.
Graciela Lira era porteña y nació en medio de una sociedad chilena marcada por la euforia económica del salitre, el surgimiento de la cuestión social y la lucha de la clase obrera por mejoras en la calidad de trabajo y vida. La artista comenzó a instruirse durante los años 1927 y 1928 con Celia Castro, que ha sido considerada la primera pintora profesional del país.
Chela Lira también estudió con artistas como Roko Matkasik y Arturo Gordon. Más tarde se trasladaría a Antofagasta, ciudad en la que vivió durante varios años de su vida y donde desarrolló su arte en conjunto a la docencia, convirtiéndose en un gran referente de la vida artística local. Durante sus primeros años, Lira perteneció a la generación del 13, grupo de artistas variados del país influenciados por Fernando Álvarez de Sotomayor, director de la Escuela de Bellas Artes.
La artista destacó con pinturas de óleo sobre tela, con un carácter neoimpresionista y simbolistas. Sus obras estaban caracterizadas por paisajes y locaciones tanto de Antofagasta como del puerto de Valparaíso, donde la naturaleza era un elemento en común.
Durante su trayectoria realizó diversas exposiciones colectivas e individuales y fue condecorada con múltiples premios, entre ellos la Medalla de Segunda Clase en la Sección Pintura del Salón Anual de Bellas Arte (1929), la Mención Honrosa en Pintura de la Exposición Nacional de Artes Plásticas del IV Centenario de Valparaíso (1936), la Tercera Medalla en Pintura (1938) y Artes Plásticas (1940) de la Sociedad Nacional de Bellas Artes, entre otras.