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Mujeres Bacanas © 2021
Sitio por NYLON

Maite Alberdi (1983)

Artistas

“A mí me gusta hacer documentales del presente”. Es uno de los nombres más destacados del cine nacional, gracias a documentales que han sido aplaudidos en múltiples latitudes: El Salvavidas (2011), La Once (2014) y Los niños (2017).

Partiste estudiando periodismo y luego te pasaste a dirección audiovisual. ¿Siempre quisiste ser documentalista?
No, yo creo que en ese entonces quería escribir sobre cine. Era una época donde el cine no era una opción viable para mí. Yo venía de una familia muy tradicional, que no me iba a dejar estudiar en la Escuela de cine, tuve que ir buscando el camino y defendiendo de a poco la idea. Y el documental, no lo conocía; yo creo que tuvo que ver con lo que me gustó hacer en la escuela. El taller de documental me gustó mucho más que el de ficción, no me gustó trabajar con actores, escribir la historia. Yo era la única de mis compañeros que era feliz en el documental con la falta de control.

¿En qué minuto dijiste ya soy directora de cine? ¿Cuándo estrenaste tu primera película, El salvavidas?
No, yo creo que ya con La Once. En la época de El salvavidas también hice una obra de teatro y estaba muy abierta a hacer otras cosas. Después ya era sí, yo hago documentales.

¿Qué es lo que te gusta de contar historias reales?
Me gusta que todo lo que yo pueda querer inventar, ya existe. El desafío es encontrarlo, y siempre va a ser mejor que lo que yo habría inventado. Obvio que la ficción tiene mayor acceso, sobre todo en el pasado. Pero a mí me gusta hacer documentales del presente, siento que mis documentales van a ser un archivo del hoy en 50 años más. Filmo el presente y sin entrevistas. Cuando pasó lo del volcán de Chaitén, por ejemplo, me quise ir a hacer una película allá, y partí al día siguiente de la erupción y estuve tres semanas allá sola, hasta que entendí que no lo podía filmar porque ya había pasado. Yo no quería reconstruir, no quería que me lo contaran. En las tragedias siempre vas a tener que reconstruir, lo mismo en las cúpulas de poder: la ficción puede llegar, es como House of cards, no se puede hacer eso en documental. Me fascinaría hacer el documental de un presidente, pero nunca me van a abrir las puertas todo el tiempo, todo el día.

Y el presidente tiene una relación distinta con la cámara porque sabe cómo será representado. La gente normal no tiene esa experiencia, y eso es algo que se ha discutido sobre tus documentales, pensando en las protagonistas de La Once y los de Los niños, y si son conscientes o no de cómo se verán.
Creo que eso es subestimarlos. Por ejemplo La Once: ellas se pueden acostumbrar a la cámara, pero nunca se van a olvidar que está ahí. Hay cosas muy delicadas de su vida, que en cinco años jamás hablaron con la cámara ahí. Pareciera que la cámara no está, pero ellas las tenían en la mesa. Y con Los niños lo mismo, a veces te dicen no me grabes acá, no me pongas la cámara. Quizás no saben cómo va a quedar o qué escenas voy a usar específicamente, pero que te están filmando todo el tiempo es imposible de olvidar.

¿Te sorprendió esta discusión sobre la ética de tus documentales?
Es raro. La han dado en cien festivales, miles de críticas internacionales, y en el único país del mundo donde salió la palabra “ética”, es acá. La discusión ética se ha dado en dos sentidos. Primero está el formal, que me encanta: leer a Ascanio Cavallo diciendo que no sabe si es verdad que Anita, de Los niños, estaba obsesionada con casarse, para mi es un triunfo.

Claro, la duda estaba si inducías a los protagonistas del documental a ciertas cosas.
Bacán, porque mi sueño es que la gente se siente a ver mis películas y no sepa qué es. Fui con la Anita el otro día a una función y alguien le preguntó después: oye, ¿es verdad que tu papá se murió? (como muestra la película). Y ella lo miraba raro, como obvio que sí. O también a las de La Once les preguntaban cómo se aprendieron los textos y ellas se indignaban. Yo me cabeceo demasiado para que parezca ficción. Así que ese logro audiovisual, como pregunta ética, me parece bien porque me cuestionan la reconstrucción. Yo no tengo problemas con la reconstrucción, el primer documental de la historia, Nanuk el esquimal, es reconstrucción, por ejemplo. Lo que pasa es que yo nunca he hecho una, jamás, y con Los niños menos, porque odiaban que les des una instrucción. Ellos se demoran más en una conversación, y repiten mil veces lo mismo, lo que me permitía filmar lo que estaba sucediendo en distintos planos. Y en La Once tenía dos cámaras.

Y cuál es entonces la otra parte de la discusión ética. 
Lo que me duele de las críticas a la ética es que generalmente tienen que ver con el sujeto de representación. Es triste, porque lo complejo de la crítica para documentales es que las personas existen, y me pasa mucho que los personajes se la toman personal, no hacia la película. Los papás de Los niños sentían que a sus hijos los estaban criticando, porque la duda era si entendían lo que veían. ¡Cómo no lo van a entender! Es subestimar demasiado sus capacidades. Entienden lo que ven y lo que hacen. La única diferencia para mí entre documental y ficción es la ética, y que tengo un compromiso ético con los personajes. Si fuera ficción, no me cuestionaría si las escenas le van a doler o no, si las dejo en montaje por eso, si les va a causar problemas. El dilema ético tiene que ver con la incomodidad que le genera al otro lo que está viendo.

Por ejemplo, está el documental El diario de Agustín: ahí se entrevistó a mucha gente bajo el pretexto de que era una película de estudiantes, no de Ignacio Agüero. ¿Hay ética ahí? ¿O es distinto porque los sujetos son poderosos? El público a veces le impone reglas de ética o no ética a los documentales que no tienen por qué ser.
Lo mismo pasó con Noticia, de Ivan Osnovikoff y la Bettina Perut, sobre mostrar cuerpos muertos, les dijeron que no podían hacerlo y les tiraron el rollo ético. Y en realidad no ves caras de muertos, ves fragmentos. A mí no me gusta verlo, pero jamás diría no se puede grabar. Tiene que ver con una incomodidad con el arte. Pero limita: ¿entonces no puedo hacer películas sobre discapacitados? Porque ahí siempre aparece la duda de si entiende o no entiende lo que va a ver.

Lo que pasó con La Once y Los niños, es que a partir de la incomodidad que generan temas como la vejez, la muerte y la discapacidad, es que se armó una discusión paralela. Tus películas a primera instancia son tan delicadas en lo visual, que la audiencia no se espera un mensaje feroz.
A veces no entiendo lo que quiere ver la gente en el documental. Por ejemplo, cuando hice El salvavidas, la crítica era que yo era una cuica filmando una playa popular. Después, filmo a “viejas cuicas”, y es: cómo pude, por qué no filmé otro estrato social. ¡Entonces qué puedo filmar! La Susan Sontag lo dice: si mi mejor amigo mata a su mujer, yo le voy a dejar de hablar. Si un personaje de una película mata a su mujer, de ficción, yo quiero  saber por qué lo hizo y quiero que se salve. En la realidad aplicas un código moral y ético todo el tiempo. Es provocador y en cuarenta años se mirará con perspectiva. Y me parece muy bien ser yo la que genera esas preguntas.

Uno de tus sellos como directora es lo matea: te demoras años en preproducción, en el seguimiento. ¿Qué virtudes se necesitan para ser directora de documentales?
Depende del tipo de documental que quieres hacer. Para mí tipo de documental es la paciencia, pero para Michael Moore es ir al choque. Yo jamás voy al choque. Tiene que ver con tu personalidad. Con Los niños para nosotros fue la graduación en paciencia, había días enteros que no grababa nada. No puedes apurar la realidad. Y a mí me gustan las películas donde pasan cosas, y no porque sea realidad no pasa nada. Y la vida no cambia en una semana o un mes, así que necesitan tiempo para el proceso, para ver los cambios, que es lo que a mí me gusta filmar. Es otro proceso para un Pato Guzmán filmando en pasado; son muy específicas las diferencias de cada uno.

En Chile hay muchas directoras mujeres: Marcela Said, Alicia Scherson, Marialy Rivas, Carmen Luz Parot y muchas más. ¿Qué opinas sobre la presencia femenina en la industria?
Creo que en Chile sí hay mujeres directoras y hay montajistas. Pero todo el resto, nadie. Puedes hablar de una industria que no discrimina para ser director, porque se evalúan proyectos en los fondos. Pero no hay directoras de foto, sonidista hay una.

Para terminar: cuál es tu mujer bacana; alguien a que admires.
Lucrecia Martel es un referente para los cineastas de una generación. Y en una época que costaba más ver mujeres directoras en latinoamérica, ella lo hizo con una carrera distinta. Se toma mucho tiempo para sacar una película, no se equivoca, cada una es perfecta. Me encanta lo que hace y sus procesos, tiene una figura casi mítica, vive en Salta, nadie la ve, va una vez a las mil quienientas a un festival de cine. Y como que todos la están esperando.

Texto: Isabel Plant y Fernanda Claro.
Fotos: Fernanda Claro

Etiquetas: Chile, cineasta, directora, directora de cine, documentalista, entrevistabacana, latinoamericana, mujeres bacanas chilenas

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El mar importa. Kerstin Forsberg, bióloga marina El mar importa. Kerstin Forsberg, bióloga marina y activista peruana, lo sabe desde muy pequeña. Su misión es proteger a la mantarraya gigante. Su misión es que todos sepamos cuánto dependemos del océano, cuál es nuestro rol para protegerlo. Para ella, la vida en este planeta existe gracias a él.

Dos de cada tres veces que respiramos, ese aire que uno está tomando contiene oxígeno que viene del océano. Éste regula nuestro clima a través de la conexión con la atmósfera, hace que nuestro planeta sea habitable. Contiene el 96% de toda el agua de la Tierra, es ahí donde viven millones de especies.

Todos sus libros infantiles eran de animales. Formó su primer club ecologista a los nueve años. En 2009 fundó Planeta Océano -ONG de la que es directora-, para empoderar a comunidades costeras peruanas en la conservación marina a través de la investigación, educación y esfuerzos de desarrollo sostenible.

Construyó plataformas participativas como la Red de Educadores Marinos del Perú, fomentó el ecoturismo comunitario con un ojo particular en la conservación de las mantarrayas gigantes de la costa norte de Tumbes. Lo que más le llamó la atención fue su vulnerabilidad: se reproducen al ritmo lento de una cría cada dos a siete años. Esto significa que si no las cuidamos, en un futuro podrían extinguirse.

Es miembro del Consejo Directivo de la organización internacional Migramar. Ha trabajado como consultora para los sectores privados, gubernamentales e intergubernamentales, incluido UNESCO y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental.

La galardonaron con el International President’s Award 2013 del Fondo Mundial para la Naturaleza. Ganó el premio Whitely, también conocido como los “Green Oscars”, y el Rolex para empresas. La revista Time la destacó como una de las líderes de la próxima generación e integra la lista World’s Greatest Leaders de la revista Fortune.

Reconocida como una de los “10 emprendedores sociales líderes en América Latina” por Univisión, Kerstin siempre amó la naturaleza. Para ella, cada uno de nosotros podemos ser agentes de cambio. Desde nuestros distintos roles en la sociedad, tenemos algo que contribuir. #kerstinforsberg #mujeresbacanas
Una bacana selección chilena que califica a los J Una bacana selección chilena que califica a los JJOO, con una capitana que nos emocionó con sus palabra.

Una bacana chilena que fue la primera mujer iberoamericana y la segunda persona latinoamericana en recibir un Nobel.

Una bacana nominada a los Oscar con el aplaudido documental El Agente Topo.

Una bacana astrónoma destacada y premiada a nivel mundial por su trayectoria. 

Tiane Endler, Gabriela Mistral, Maite Alberdi y María Teresa Ruiz son sólo algunas bacanas chilenas que tenemos en nuestro país y son grandes referentes para las nuevas generaciones. 

Amamos que las niñas y niños conozcan las bacanas de nuestro territorio. Los invitamos a participar del #ConcursoBacanas y a dibujar a su Bacana Chilena Favorita.

- EDADES: hay dos categorías, 6 a 8 años, y 9 a 11 años.
- CÓMO: deben subir su dibujo a stories o el TL, usando nuestra arroba @mujeresbacanas. Se puede concursar desde todo Chile.
- HASTA CUÁNDO: se puede concursar hasta el Día del libro, el viernes 23 de abril.
- PREMIO: tenemos cuatro libros Ágata y las pintoras -nuestro último lanzamiento infantil junto a @planetadelibroscl- para l@s ganador@s, acompañados de nuestros productos Mujeres Bacanas de @latiendanacional

#agatamujeresbacanas #tianeendler #maitealberdi #gabrielamistral @maitealberdi @franciscamusic #mariateresaruiz #matildeperez #violetaparra @barbarehlla_h #marcelapaz #mahaniteave #amandalabarca #isabelallende #elenacaffarena @anitatijouxch
Nació en Nuevo México y tras el divorcio de sus Nació en Nuevo México y tras el divorcio de sus padres cuando era pequeña, se trasladó a California; Dolores Huerta es hija de un campesino y sindicalista que se involucró en activismo, y también fue estimulada por su madre a educarse en variadas áreas, incluida la música. Pero desde chica Dolores Huerta, buena alumna e inteligente, se sintió discriminada por su origen latino y humilde, y tras trabajar de profesora y ver las condiciones de pobreza en que vivían sus alumnos, en 1955 se pasó al mundo del activismo con una organización que mejoraba las condiciones de vida para los agricultores y trabajadores de la tierra.

En 1960, Dolores Huerta creó la AWA, o Agricultural Workers Association, donde comenzó sus esfuerzos por lograr incluir a los trabajadores migrantes, no ciudadanos de EE.UU., en sistemas de salud, hacer que votaran -lo que incluyó material de urnas en español- y más. Dos años después se asoció con Cesar Chavez y juntos crearon la organización NFWA, o la asociación nacional de trabajadores agrícolas (farm workers). Ambas organizaciones se terminaron uniendo para formar la United Farm Workers. A través de movilización, huelgas y hasta boicots para empresas que no daban buenas condiciones a sus trabajadores, o incluso ponían en riesgo su salud, la UFW fue tomando fuerza; la institución sigue cumpliendo sus labores de protección y lucha hasta hoy.

Durante las décadas siguientes, Dolores Huerta siguió liderando la organización en distintos puestos, luchando por los derechos y bienestar de los que trabajan la tierra, y siendo activista por diferentes causas, desde imigración a salud. Además, se convirtió en madre de once hijos, lo que nunca se interpuso en el camino de su lucha y abogacía por los más necesitados. “El hecho de ser mujer me ha ayudado porque nosotras tenemos más aguante que los hombres”, ha dicho ella.

Hoy sigue viajando por el mundo , hablando por las mujeres, los campesinos y los latinos, y ha recibido decenas de honores y premios en Estados Unidos -incluida la famosa Medalla de la Libertad-, los que le han permitido crear su propia fundación. 

#citasmujeresbacanas #mujeresbacanas
Electa como la primera Jefa Principal de la Nació Electa como la primera Jefa Principal de la Nación Cherokee, la activista y autora Wilma Mankiller enfatizó el derecho de la autodeterminación de su tribu. En 1998 recibió la Medalla Presidencial de la Libertad, el honor civil más alto de Estados Unidos.

Al entrar en contacto con sus raíces decidió dedicarse a su comunidad. Comenzó a tomar cursos universitarios por la noche mientras trabajaba como coordinadora de programas indígenas. Se involucró en los movimientos por los derechos civiles, humanos y de la mujer.

Nació en una reserva Cherokee ubicada en Oklahoma. Hija de Charley Mankiller, indígena de pura sangre, e Irene Sitton, de ascendencia holandesa-irlandesa, creció en tierras tribales hasta que la granja que gestionaba su familia quebró.

Cuando tenía 11 años los “reubicaron” en San Francisco. Padeció la pobreza, la discriminación, el racismo. A los 18 se casó con un ecuatoriano, tuvo dos hijas. En 1969 apoyó la ocupación de los nativos estadounidenses que buscaban recuperar la isla de Alcatraz. Este hecho cambió su vida.

Tras divorciarse, en 1977 regresó con sus hijas a su tierra natal. Trabajó como coordinadora de estímulo económico y más tarde fundó el Departamento de Desarrollo Comunitario de la Nación Cherokee. Impulsó proyectos que mejoraron los sistemas de agua y viviendas de la comunidad.

En 1983 Ross Swimmer fue reelecto como Jefe Principal con Wilma como subjefa. Cuando éste renunció dos años después, ella ocupó su lugar. Era la primera vez que una mujer se convertía en Jefa Principal. Su pueblo-nación la eligió dos veces más, en 1987 y 1991.

Durante sus períodos creó empleos, centros de salud; construyó viviendas, escuelas para revitalizar y preservar su cultura. Ocupó un papel crucial en la transformación de la relación entre el Gobierno de Estados Unidos y los Cherokee.

La eligieron Mujer del Año de Ms. Magazine en 1987. La incluyeron en el Salón Nacional de la Fama de la Mujer y obtuvo el Premio Elizabeth Blackwell, otorgado a mujeres que han demostrado “un excelente servicio a la humanidad”. Wilma murió en 2010 a causa de un cáncer de páncreas.

#mujeresbacanas
Fue una destacada escritora, famosa por sus “Car Fue una destacada escritora, famosa por sus “Cartas desde la embajada”, que escribió desde Turquía. Además Mary Wortley Montagu fue una mujer atrevida, que llevó hasta Gran Bretaña la técnica de la inoculación contra la viruela.

Nació en una familia de la aristocracia y recibió buena educación; ella misma aprendió latín gracias a la biblioteca de su hogar. Con menos de 20 años ya había publicado ensayos y poemas. Mary era muy hermosa, pero su piel acarreaba las marcas de la viruela, una enfermedad contagiosa que dejaba cicatrices en el cuerpo a quienes la sobrevivían y que había matado a su hermano; uno de cada cuatro infectados moría de ella.

Aunque su padre había escogido un marido para ella, Mary en vez decidió huir y casarse en vez con un aspirante a político llamado Edward Wortley Montagu. Él fue nombrado embajador en Constantinopla, hoy conocido como Estambul. La pareja partió, llevando a sus hijos. Fue desde Turquía que Mary escribió cartas, describiendo la sociedad de la época. La compilación de estas misivas es valorada hasta el día de hoy por historiadores, y la mantuvieron como una precursora de la escritura en su país hecha por mujeres.

En Turquía Mary notó que nadie traía las cicatrices de la viruela. Se enteró de que las mujeres turcas usaban el pus de alguna herida infectada ajena, y se la aplicaban en pequeños cortes. Con eso generaban una pequeña infección en el cuerpo que rápidamente desaparecía y las dejaba protegidas.

Mary se atrevió a hacerlo con su hijo, y de regreso en Gran Bretaña, optó por inocular a su hija frente a una nueva epidemia de viruela. En su país Mary se encontró con gran resistencia a la técnica, entendida como rudimentaria, y mal vista por los doctores -todos hombres-. Fue luego de que la Princesa de Gales se entusiasmara y pidiera inocular a sus hijos tras ver el éxito en los de Mary, que comenzó a expandirse. Eventualmente sería uno de los primeros pasos de las técnicas de vacunación modernas.

Mary dejó Inglaterra y vivió por un tiempo en Italia y Francia; nunca más vio a su esposo. Cuando supo que enviudó, volvió a Londres a ver a sus hijos y nietos. #mujeresbacanas
❤️🖼 ¡¡¡SEGUNDO CONCURSO DE DIBUJO INFANT ❤️🖼 ¡¡¡SEGUNDO CONCURSO DE DIBUJO INFANTIL!!!

Al igual que el año pasado, en Mujeres Bacanas queremos estar presentes en estos días complejos con una diversión para los encierros: vamos con un nuevo concurso de ilustración infantil. Queremos que las niñas y niños dibujen a sus mujeres bacanas chilenas favoritas. Pueden ser desde Gabriela a Violeta, a Mahani o Tiane, madres, tías, hermanas o abuelas. ¡La bacana chilena que quieran!

- EDADES: hay dos categorías, 6 a 8 años, y 9 a 11. 
- CÓMO: deben subir su dibujo a stories o el TL, usando nuestra arroba @mujeresbacanas. Se puede concursar desde todo Chile. 
- HASTA CUÁNDO: se puede concursar hasta el Día del libro, el viernes 23 de abril. 
- PREMIO: tenemos cuatro libros Ágata y las pintoras -nuestro último lanzamiento infantil junto a @planetadelibroscl- para l@s ganador@s, acompañados de nuestros productos Mujeres Bacanas de @latiendanacional 

¡Esperamos esos lindos dibujos! #mujeresbacanaschilenas #agataylaspintoras
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