Constanza Martínez es madre soltera con discapacidad auditiva. Luchó por encontrar trabajo después de graduarse de su carrera técnica. Hoy, mantiene a sus hijos por sí sola, tras incorporarse a SOFI-A, una iniciativa de acompañamiento laboral para personas con discapacidades de entre 20 a 29 años.
Las personas con discapacidad a menudo enfrentan limitantes o prejuicidios cuando se enfrentan al mundo laboral. SOFI-A es impulsada por la empresa SOFAN, junto a Fundación MC. Este proyecto busca fortalecer las competencias laborales y la entrega de nuevos conocimientos en comunicaciones y habilidades digitales, con el objetivo de aumentar la empleabilidad.
Tras su paso por el proyecto, Constanza aprendió nuevas habilidades, y finalmente se empleó en una tienda minorista. “El trabajo me hace sentir muy feliz”, dice. El proyecto además enseña habilidades emocionales. También aprenden a utilizar programas computacionales, que en el caso de Constanza han sido parte esencial en su trabajo. “Nos enseñaron a usar, por ejemplo, las aplicaciones de Google como Excel. Esto, para cualquier oportunidad laboral, sirve mucho”, destaca.
Constanza es ahora una persona independiente. Su historia es un testimonio del impacto positivo que la inclusión laboral puede tener en la vida de las personas con discapacidad.
Esta biografía fue realizada en colaboración con Fundación MC.