Amika George estaba aún en el colegio cuando leyó un artículo de prensa que la horrorizó: una caridad que consigue productos sanitarios para mujeres –toallas higiénicas y tampones- en África, estaba siendo contactada por un colegio en Leeds, Reino Unido, porque las jóvenes de escasos recursos británicas no podían pagar los insumos, y faltaban al colegio los días de su ciclo menstrual. Tenían que usar papel higiénico en sus calzones, o inventar artilugios con algodón y calcetines.
Amika, nacida en el norte de Londres, no podía creer que jóvenes en un país rico como el suyo tuvieran esos problemas, y se puso manos a la obra, convirtiéndose en una joven activista que movilizó al gobierno en torno a la menstruación. Amika comenzó una petición para las autoridades británicas para conseguir financiamiento para tampones y similares para jóvenes en la pobreza. Consiguió más de 200 mil firmas, y con 17 años, comenzó una organización llamada #FreePeriods, o periodos menstruales libres, no sólo buscando financiamiento, sino que intentando dejar atrás el tabú de la menstruación en la discusión social. Para George, el que no hablemos de una función corporal totalmente natural hace que las jóvenes se avergüencen de sus periodos menstruales, que falten al colegio y que nunca se creen políticas públicas al respecto. Amika George lideró una protesta afuera de la casa de la Primer Ministro, donde dos mil personas se manifestaron vestidas de rojo.
Las buenas noticias llegaron e marzo de 2019, cuando el ministro de finanzas británico anunció que el gobierno comenzará a entregar recursos a colegios y universidades para que se le entreguen productos sanitarios a las jóvenes que no pueden pagarlos. Amika George no sólo celebró el logro, sino que exigió que la medida también incluyera enseñanza primaria, porque algunas niñas reciben su primera menstruación desde los 7 años; la joven se preocupó de que ninguna quedara excluida del beneficio que aliviará un importante costo económico y levanta una de las muchas barreras que se enfrentan las mujeres.
Hoy Amika ya estudia Historia en la universidad, y se ha convertido en una líder joven de su país, y ha sido destacada por premios de la revista Time y de la fundación de Bill y Melinda Gates, entre otros.