La abogada Soledad Cisternas ha hecho una carrera internacional y nacional enfocada en los derechos humanos de las personas con discapacidad, tras quedar ciega por una enfermedad degenerativa a los 15 años.
Luego de titularse de abogada en la Pontificia Universidad Católica de Chile, armó un estudio legal y debido a su propia experiencia se enfocó en la defensa de personas con alguna discapacidad. En 1993 fundó la Corporación Pro Ayuda al Débil Visual, con el fin de integrar en la sociedad a personas ciegas o con algún grado de limitación visual. Creó en el 2000 el Programa Jurídico de Discapacidad de la Universidad Diego Portales, el que presidió hasta 2008.
Ha integrado diversas comisiones y consejos como activista por los derechos de las personas con discapacidad como el Fondo Nacional de la Discapacidad y el Grupo Asesor de la Red Latinoamericana de Organizaciones de Personas con Discapacidad y sus Familias y el grupo colaborador del Instituto Interamericano sobre Discapacidad y Desarrollo Inclusivo.
Fue la primera mujer y latinoamericana en ser elegida como presidente del Comité de los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas, comisión en la que estuvo desde 2008 hasta el 2016, donde fue presidenta en dos ocasiones.
Además es autora de diversas publicaciones de proyectos jurídicos relacionados con la discapacidad y ha participado en la creación de políticas públicas como la Ley Antidiscriminación y la Ley de Voto Asistido y la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, el tratado sobre discapacidad más ratificado por diferentes países en el mundo.
Por su amplio conocimiento legal en materia de discapacidad ha dado conferencias en diferentes organismos internacionales como UNICEF, UNESCO, PNUD y la OMS.
Desde 2017 Enviada Especial de la ONU sobre Discapacidad y Accesibilidad, donde promueve los derechos de las personas con discapacidad en el marco de los Objetivos del Desarrollo Sostenible a través de las distintas agencias, mandatos y órganos de esta organización.
Por su labor de activista ha recibido numerosos premios como Premio “Elena Caffarena en el Día Internacional de la Mujer” (2009) y el Premio Nacional de los Derechos Humanos (2014), otorgado por el Instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile, donde es parte del Consejo Consultivo desde el 2014.