Autora de la considerada primer novela de la literatura universal, la japonesa Murasaki Shikibu escribió Genji Monogatari, o la Historia de Genji, que retrata a la sociedad de su época.
Murasaki nació en la dinastía Heinan, nieta de un gran poeta, perteneció a una familia ilustrada donde era común que las mujeres recibieran educación. En el año 1001, tras tres años de casada, quedó viuda con dos hijas, por lo que se refugió en el estudio y la escritura.
En su obra más famosa, la Historia de Genji, escrita entre los años 1005 y 1013, Murasaki supo plasmar la sociedad en decadencia entregada al placer pasajero, donde se cuenta la vida del príncipe Hikary Genji en la corte de Kioto durante el siglo X. En los 54 capítulos se narran las desventuras del protagonista relacionadas con el amor y la nobleza, y se muestra el rol de la mujer en un mundo machista que la había quedado relegado a segundo plano. En aquella época los escritores sólo escribían cuentos, y fue Murasaki quien innovó mediante un lenguaje simple y accesible, lo que le trajo gran éxito en la corte.
Como parte de las “Treinta y seis inmortales” de la poesía japonesa -un grupo de cortesanas que escribían en la Edad Media y que destacaron por escribir de la vida cotidiana, poesía y novelas en contraste con sus pares hombres intelectuales que se dedicaron a escribir textos eruditos-, Murasaki dejó un legado de 128 poemas. Otra de sus obras, el Diario de Lady Murasaki, una autobiografía catalogada como género literario nikki, abordaba la vida de palacio, no desde los hechos, sino que desde las sensaciones que los eventos tuvieron en la autora.