Primera artista visual mexicana en exponer fuera de su país, María Izquierdo luchó contra el machismo, el facismo y por la reivindicación femenina. Creía que el primer obstáculo que tenía que vencer una mujer pintora era la vieja creencia de que servía sólo para el hogar.
Nació en una familia rural de ascendencia indígena. Tras la muerte de su padre, la criaron sus abuelos hasta que su madre se volvió a casar. A los 14 años le concertaron un matrimonio con un hombre que no conocía. Tuvo tres hijos, se mudó a Ciudad de México (CDMX) y se divorció.
Ingresó al instituto de arte Academia de San Carlos y experimentó la discriminación por ser una mujer con talento. Se inscribió en la Escuela Nacional de Bellas Artes y en 1929 presentó su primera exposición individual en el Palacio de Bellas Artes de la CDMX.
Al año siguiente, expuso sus obras en una muestra individual en el Art Center de Nueva York, Estados Unidos. Meses más tarde, la American Federation of Arts la invitó a mostrar sus obras en el Metropolitan Museum of Art junto a otros mexicanos.
Dio clases en la Escuela de Artes Plásticas de la Secretaría de Educación Pública y se integró a la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios antifascistas. Dirigió la exhibición itinerante “Carteles Revolucionarios Femeninos” y apoyó la causa de la expropiación petrolera con una subasta de arte.
Formó parte del Comité Ejecutivo de la Sociedad Panamericana de Mujeres e hizo una conferencia radiofónica con el título: “La mujer y el arte mexicano”; denunció la existencia de un monopolio machista que discriminaba a las mujeres en la pintura nacional.
En 1945 la contrataron para hacer un mural en el Edificio Sede de Gobierno del Distrito Federal. Sin embargo, el encargo se canceló debido a la oposición de algunos pintores, entre ellos el director de su escuela, Diego Rivera, quienes argumentaban que carecía de experiencia para el trabajo.
A los 46 años quedó paralizada de la mitad del cuerpo debido a una hemiplejia, aún así continuó pintando. Dos años después sufrió otra embolia que la dejó totalmente paralizada hasta su muerte.