Creadora e historiadora de cómics, Trina Robbins fue la primera mujer en dibujar un número completo de “Wonder Woman” (La Mujer Maravilla). Se especializó en estudiar libros sobre caricaturistas y documentar las contribuciones de otras mujeres al campo. Una de las primeras artistas del movimiento “cómic underground” estadounidense, la incluyeron en el Salón de la Fama Will Eisner y la reconocieron con dos Premios de la Industria del Cómic Will Eisner.
Fue hija de inmigrantes judíos originarios de la actual Bielorrusia. Encantada con las heroínas de los cómics, cuando era niña el personaje de Katy Keene la inspiró a hacer vestidos de papel para sus muñecas y pronto comenzó a crear sus propias historias. Sin embargo, cuando entró a la secundaria su madre le pidió que dejara los cómics y ella los reemplazó con el amor por la ciencia ficción.
Tras estudiar un año dibujo en la universidad Cooper Union, en 1960 se mudó a California donde fue modelo de desnudos para revistas pin-up. Luego comenzó a diseñar y confeccionar ropa con la que se vistieron distintas estrellas de la música de la época. Abrió una boutique en Manhattan hasta que un día, leyendo el periódico The East Village Other, se volvió a cautivar con los cómics y se dio cuenta que lo que ella hacía también era caricaturas. De manera anónima, envió una ilustración al diario que éste publicó.
Colaboradora oficial de The East Village Other, en 1970 cocreó “It Ain’t Me Babe”, el primer cómic hecho exclusivamente por mujeres y con contenido feminista. En 1985 se convirtió en la primera mujer en dibujar un número completo de Wonder Woman y una tirada completa de una serie de Wonder Woman; más de cuarenta años después de la creación del personaje. Casi una década más tarde cofundó “Friends of Lulu”, un grupo de defensa de las creadoras y lectoras de cómics. Además, escribió libros sobre la historia de las mujeres en el mundo de las historietas.