La matemática Anna Kiesenhofer llegó a los Juegos Olímpicos de Tokio para participar en la carrera de ciclismo en ruta. No era de las favoritas, casi una desconocida en el circuito profesional, y esperaba ojalá obtener un puesto alrededor del 25. Sorprendiendo al mundo, la austriaca terminó llevándose el oro, el primero para su país en más de quince años.
Kiesenhofer llegó al ciclismo de ruta profesional recién en 2017, después de haber comenzado su trayectoria deportiva en el mundo de los triatlones y tener que dejarlo por una lesión.
Pero su carrera y sustento están en el mundo de la academia: tiene un Máster en matemáticas de la Universidad de Cambridge, un doctorado de la universidad de Cataluña y actualmente cursa un postdoctorado en la Lausanne, Suiza. Entremedio, dedicó su cabeza a entrenarse para Tokio.
Anna entrenó sola para los Juegos Olímpicos, creando su propio plan físico y nutricional; como matemática lo suyo es solucionar problemas, y aplicó el mismo principio a la carrera de ciclismo. Aunque había hecho enormes sacrificio para lograrlo, en papel llegaba a los Juegos Olímpicos sin equipo y casi como una amateur.
Kiesenhofer comenzó los 137 kilómetros de la carrera escapándose del pelotón con un grupo de otras ciclistas, que de a poco fueron quedando atrás. En parte porque las principales contendoras, las ganadoras de Rio y Londres de Holanda, no la tenían en su radar, fue que nadie registró que la austriaca iba por delante durante todo el agotador circuito, ni trató de alcanzarla.
Fue así como Ana Kiesenhofer logró cruzar la meta sola, a las 3 horas, 52 minutos y 45 segundos. Poco más de un minuto después, la holandesa Anne Van Vleuten cruzó la meta pensando que era la primera, y rompió en llanto cuando le dijeron que el oro ya tenía dueña.
La historia de Kiesenhofer, la matemática que hizo la hazaña del oro en Tokio, dio la vuelta al mundo. Es la primera medalla de oro para Austria en ciclismo desde 1896. Tras su enorme triunfo, Ana anunció que volverá a su trabajo de matemática, y dedicándole el resto de su tiempo al ciclismo como siempre. Lo único que cambiará, ha dicho, es la enorme confianza que ganó en sí misma.