La fundadora afgana de la Organización para la Investigación en Paz y Solidaridad ha dedicado su vida a generar espacios de igualdad y educación para las mujeres de su país, y por estos días en que los talibanes retoman el control, ha alzado su voz. “No me considero valiente y no quiero morir, pero es mi deber, mi trabajo”, dijo la activista de 73 años hace pocos días en entrevista con Fareek Zakaria de CNN.
Nació en Kabul, Afganistán. Se graduó de la escuela secundaria Malalai para niñas y de la Universidad de Kabul. Después de 26 años en el exilio, regresó a Afganistán en 2003 y desde entonces ha estado trabajando con las mujeres y los niños de su país. Es la creadora y locutora de un programa de radio para mujeres, también estableció círculos de escucha en las aldeas de Afganistán, donde las mujeres se reunían para escuchar y discutir diferentes temas.
Ha sido una defensora incansable de los derechos de la mujer, impulsando la participación de la mujer en la Asamblea de la Paz, así como en el Consejo Superior de la Paz. Junto a otras defensoras fueron responsables de aumentar la participación de las mujeres en la conferencia BONN de 2011 y la Conferencia de Tokio de 2012. Y ha participado en las conversaciones de paz afganas con los talibanes y EE.UU.
Es la fundadora y presidenta de la Organización para la Investigación en Paz y Solidaridad creando discusión entre los jóvenes, haciendo investigaciones y encuestas de participación ciudadana en casi todas las provincias de Afganistán. Seraj es una defensora incansable contra la corrupción. Presidenta de la Red de Mujeres Afganas o AWN, la red de mujeres más grande de Afganistán. Desde 2013 ha estado involucrada en el proceso del New Deal for Fragile States. La educación de las niñas y jóvenes afganas ha sido una de sus prioridades y también forma parte de Afghan Women Skills Development Center, organización que trabaja con víctimas de la violencia.