Nacida en una familia oligárquica, Mariana tuvo una educación autodidacta marcada por el aprendizaje de varios idiomas, composición, uso de instrumentos y viajes a Europa. En un contexto de transformación social, Cox fue una de las tantas mujeres que encontraron un espacio dentro de sus círculos sociales para desarrollarse en la literatura, convirtiéndose así en un exponente del mundo cultural chileno en el siglo XIX y XX.
Sus principales escritos y artículos se publicaron en medios como La Unión, El Mercurio de Santiago y el diario La Nación, trabajos que firmó bajo el seudónimo Shade. Paralelamente escribió dos obras tituladas “Un Remordimiento” y “La vida íntima de Marie Goetz”. Esta última estuvo caracterizada por una mirada al mundo privado femenino, lo que también se hizo presente a otras autoras de la época.
Como informa Memoria Chilena, sus obras fueron recibidas con crítica por la sociedad dado que no se ajustaban a las corrientes literarias del momento: “se ha inscrito en lo que ha sido denominado como “feminismo aristocrático”, cuya expresión estética correspondería al “espiritualismo de vanguardia”, caracterizado por textos en los que predomina una subjetividad femenina”. Además, los escritos de Cox reflejaban el panorama nacional y, con ello, cuestionaban diversas aristas políticas-sociales.
En 1913 se mudó a París en búsqueda de un mejor tratamiento médico para un problema al corazón. Sin embargo, durante esa época se comenzó a dar una difamación contra sus trabajos, lo que se dio también en otras autoras chilenas. Finalmente, la escritora falleció en 1914, con su figura siendo reivindicada y recobrada como un exponente importante de la historia de las letras en Chile.