La religiosa y científica Miriam Michael Stimson realizó una importante investigación acerca del bromuro de potasio; sustancia química que ayudó a las futuras generaciones en la comprensión y manejo de la estructura del ADN. Sin embargo, en la lista de científicos dedicados a la investigación de esta área, no figura su nombre.
Nació en una familia católica de origen inglés e irlandés en Chicago. Su hermano mayor sufrió de polio, su hermana de una afección cardiaca y tras el parto de sus hermanos gemelos menores, su madre se debilitó gravemente, por lo que Miriam ayudó en la crianza y educación de los más pequeños y cultivó un interés en la medicina.
Cuando cumplió 14 años ingresó al colegio y academia católica St. Joseph bajo el mando de las Hermanas Dominicas en Michigan. Fue en esta época donde comenzó su inclinación por la ciencia, la educación y su devoción a Dios, por lo que tras graduarse no solo comenzó a ejercer como profesora, además, se convirtió en monja.
Enseñó química en la Universidad de Siena Heights y participó en investigaciones relacionadas a las células cancerígenas, la quimioterapia, las hormonas de curación y la estructura del ADN. Su presencia en esta área fue motivo de críticas y menosprecio hacia su trabajo en un ambiente social donde las mujeres no eran bien recibidas. Aun así, fue considerada por la revista Nature, que en 1945 comenzó a publicar sus estudios. En 1951 fue invitada por la Sorbona de París a dar una conferencia, convirtiéndose en la segunda mujer en hacerlo tras Marie Curie.
Fue durante estos años que Miriam logró su mayor descubrimiento: la estructura del ADN a partir del uso del bromuro de potasio y su análisis por espectroscopia infrarroja, técnica que ayuda en el mapeo de la estructura de un químico. Falleció en 2002 dentro de su convento. Nunca recibió ningún tipo de homenaje o reconocimiento en vida por su trabajo.