Es una de las más importantes fotógrafas de América Latina. Sus imágenes, crudas y sensibles, siempre en blanco y negro, retratan rostros que se asoman a la vida y a la muerte.
Graciela nació en Ciudad de México y fue la mayor de trece hermanos, a pesar de lo cual ha descrito su infancia como solitaria. Sus padres, fervientes católicos, la ingresaron en un internado, donde se acompañó de la lectura. Comenzó a desarrollar una profunda vida interior.
Se casó cuando tenía veinte años y tuvo tres niños. Su única hija mujer, Claudia, murió a los seis años. Esa pérdida marcó a Iturbide para siempre y determinó su trabajo como fotógrafa. La muerte y el dolor se transformaron en una obsesión que quedó impresa en muchas de sus imágenes de ataúdes, procesiones, velos y pájaros.
En 1969 entró a estudiar Cine al Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la Universidad Autónoma de México. Allí conoció a su maestro Manuel Álvarez Bravo, quien la hizo enamorarse definitivamente de la fotografía.
Su trayectoria como fotógrafa contiene series de carácter antropológico, entre las que destacan las imágenes de los seri, pescadores nómades que viven en el desierto de Sonora, y las del pueblo de Juchitán, donde habitan descendientes de la cultura zapoteca. En 1986 fue invitada a colaborar en el proyecto “Un día en la vida de los Estados Unidos”, para lo cual retrató a White Fence, una pequeña comunidad mexicana asentada en de Los Ángeles, California. En un ámbito más intimista, la serie fotográfica realizada al baño de la artista Frida Kahlo y sus implementos personales también representan parte importante del espíritu de su obra.
Durante su juventud fue comunista, o al menos recibió un carnet del partido tras haber protegido y refugiado a militantes de esa tendencia política. Al día de hoy se define como feminista y politizada, aunque separa la ideología de su trabajo. Graciela Iturbide ha expuesto individualmente en el Centre Pompidou, en el San Francisco Museum of Modern Art y en la Fundación MAPFRE, en Madrid, entre muchos otros museos y galerías, además de recibir decenas de premios y reconocimientos internacionales.
* Esta bacana es parte de nuestro nuevo libro Mujeres Bacanas Latinas.