Es la única chef de Chile que ha obtenido una estrella Michelin, galardón que premia lo mejor de la cocina mundial y en este caso su restorán en Tenerife, Nub, el que tiene junto a su marido, el cocinero Andrea Bernardi.
Nacida en Quilpué, esta cocinera creció entre distintos lugares y sabores, inculcados por el amor al buen comer que tenían sus padres y sus abuelas. Dejaron en Fernanda recuerdos imborrables, como la primera vez que probó el piure y la comida picante mexicana.
Se tomó un año sabático a los 19 años donde comenzó a cocinar de manera espontánea. Así entró al Inacap a estudiar Administración y Producción Gastronómica, para luego hacer una práctica en España. Su vida de estudiante no le fue fácil pues quedó embarazada a los 22 años, y tenía que viajar todos los días de Santiago a Rancagua para poder terminar sus estudios. Comenzó a trabajar en Santiago en el desaparecido Rai y en 2011 aceptó nuevamente irse a España a hacer una pasantía, que terminó con Fernanda radicada en Tenerife, trabajando para quien sería más tarde su socio y pareja, el italiano Andrea Bernardi.
La dupla chilena-italiana primero administró La Princesa, una pastelería de 1927, y después se lanzó con Nub en 2014, en honor a las nubes donde se emplaza el restaurante. Con sólo 16 mesas y un menú que mezcla las raíces culinarias de ambos chefs, donde rescatan sabores tradicionales usando productos frescos de Tenerife, Nub es un proyecto familiar que privilegia lo local y artesanal como principio para tener platos de calidad. Su pasión y trabajo fueron reconocidos en la última entrega de la Guía Michelin, que premió a 11 restaurantes españoles, entre ellos Nub, convirtiendo a Fernanda Fuentes en la primera chef de Chile en obtener este reconocimiento.
Si bien sus planes siguen en España, esta chef no deja de mirar a Chile, donde le gustaría hacer un restaurante nómade que vaya de lugar en lugar recogiendo lo mejor de los sabores chilenos. Estará cocinando y participando de actividades en la versión 2018 del festival Ñam, en Santiago.