Carmela Jeria fue dirigente, creadora del periódico “La Alborada”-caracterizado por ser feminista y obrero- y defensora de los derechos de los trabajadores y de las mujeres.
En Chile las primeras décadas del siglo XX estuvieron marcadas por una serie de cambios sociales y económicos. Las malas condiciones laborales y la llamada “cuestión social” dieron paso a que el movimiento obrero alzara su voz. Las mujeres chilenas fueron parte con un gran activismo social, como lo hizo Carmela Jeria.
Nació en Valparaíso en 1886. Fue la menor de tres hermanos, y con tan solo 19 años ya se desempeñaba como tipógrafa en la Litografía “Gillet” de su ciudad natal. Fue en esos mismos años en los que comenzó a dar vida al periódico obrero, en el que masificaba su activismo a través de manifiestos y oratorias. Esto la llevaría a ser despedida de la litografía. Pese a eso, su labor continuó con “La Alborada”, medio que comenzó su circulación en Valparaíso y más tarde en Santiago.
“La Alborada” trataba temáticas en pro de las mujeres y de la clase trabajadora. Dentro del proletariado el género femenino cumplía un gran rol laboral, desde el que lograron forjar diversas asociaciones de ayuda obrera. Aquí, la mujer no sólo combatía las injusticias en el trabajo, sino que a la vez la opresión patriarcal. Es así que el periódico se forma como un espacio de lucha por la clase obrera, sino también como un lugar de visibilización de las desigualdades y dominación a las que estaban sujetas las mujeres. Por lo mismo, los escritos motivaban al género a la búsqueda de la independencia, libertad y el desarrollo educacional.
La lucha de Carmela no se acotó solo a sus escritos. Jeria potenció la creación de organizaciones y la importancia de la participación femeninas en estas. Además, fue una activa participante de reuniones y oratorias de gran importancia, como el Congreso Obrero Social de 1905 y el discurso del 1 de Mayo de 1907, donde no sólo hizo un gran llamado a participar, sino que fue una de las principales voces de la convocatoria.