Cuando era una niña, visitó con su familia el hermoso ecosistema de Leuser, en la isla de Sumatra, de su Indonesia natal. Se impactó de los verdes infinitos, en el único lugar donde siguen habitando de manera natural rinocerontes, elefantes y tigres. De adulta, Farwiza Farhan se ha convertido en una de sus más grandes guardianas ambientales, con la creación de una organización que empodera y apoya a las comunidades locales para resguardar la naturaleza, a la vez de permitirles crecimiento sustentable.
Estudió Biología Marina y luego comenzó a trabajar en una agencia gubernamental que se encarga del ecosistema de Leuser. Viendo que cada vez más industrias amenazaban con la deforestación del área, además de la falta de regulación en su protección, en 2012 Farhan creó la ONG HAkA.
La organización no sólo les da herramientas a las comunidades locales para empoderarlas y ayudar a cuidar su aire, agua y tierras, sino que también lleva la conservación a las cortes de justicia. HAkA tuvo un enorme triunfo legal cuando acusar a una empresa de aceite de palma de violar derechos de tierra y hacer quemas ilegales, no sólo lograron detenerla, sino que también la empresa tuvo que pagar una indemnización de 26 millones de dólares, algo sin precedentes en Indonesia.
Por su trabajo incansable, Farwiza se ha transformado en una aplaudida conservacionista. Ha ganado el Premio Whitley, una especie de “Oscar verde”, y también ha sido elegida por la revista Time como líder del futuro.