Con un apellido que los cinéfilos no podrían desconocer, Sofía Coppola se convirtió en historia al ser la segunda mujer que ha ganado como Mejor Director en el Festival de Cannes, por su película The Beguilded.
Sofia Carmina Coppola creció literalmente frente y detrás de cámaras. Nacida en Nueva York en 1971, su primera incursión cinematográfica la tuvo cuando era sólo una guagua, como el bautizado Michael Francis Rizzi en la película de su padre, Francis Ford Coppola, “El Padrino”. En cada parte de la famosa trilogía tuvo un papel, siendo el más decisivo el de Mary Corleone. Este tuvo tan malas críticas que Sofia decidió salir de pantalla, sólo dedicándose a interpretaciones sin importancia en diferentes películas.
Tras dejar la universidad y hacer estudios de cine, fue en 1999 que su nombre comienza a ser conocido. La historia de las hermanas Lisbon, frágiles rubias adolescentes en los sesenta que sacan suspiros por donde van, más la música de Air, y “Las vírgenes suicidas” se convirtió en una película de culto por la ensoñación que propone entre belleza y muerte.
En 2003 y con otra protagonista mujer, esta vez Scarlett Johansson como Charlotte en Lost in Translation (Perdidos en Tokio), Sofia conoció la fama mundial. Fue nominada a tres Oscar, siendo la primera mujer estadounidense en la historia de estos premios nominada a Mejor Director; y ganadora de la estatuilla al Mejor Guión Original por la historia escrita por ella misma situada en Tokio, entre una joven indecisa de su vida y un actor famoso interpretado por Bill Murray. La película además obtuvo tres premios Globos de Oro y el reconocimiento de que Sofia era una talentosa cineasta de méritos propios.
La música, siempre importante en sus películas, tuvo su punto cúlmine con María Antonieta, interpretada por una de sus actrices fetiches, Kirsten Dunst. De tipo histórica, la cinta cuenta la vida de la reina de Francia, María Antonieta en Versalles, entre la exuberancia y opulencia de convertirse en reina, al ritmo de canciones de The Strokes, Aphex Twin, New Order, The Cure, entre otros.
Después vinieron Somewhere y The Bling Ring, siempre con mujeres en el protagónico (Elle Fanning y Emma Watson respectivamente), ambas situadas en Los Angeles, donde Sofia exploró el tema de la fama, específicamente la de Hollywood con su frivolidad y vacío.
El domingo pasado Sofia hizo historia. Se convirtió en la segunda mujer ganadora del premio a Mejor Director, del Festival de Cannes. 56 años han pasado desde que Yuliya Solntseva obtuviera por primera vez este galardón en 1961. Su película en competencia, The Beguilded, es un remake sobre un colegio de niñas, que en plena Guerra Civil de Estados Unidos, ha perdido contacto con el mundo de afuera. Pero todo cambia cuando reciben a un soldado herido, lo que tensiona las relaciones al interior de la
casa y entre las mujeres que viven allí.