Aella le debemos el identificador de llamadas y la llamada en espera. Son dos de los inventos de esta física estadounidense que además fue la primera mujer afroamericana en conseguir un doctorado en MIT.
Jackson nació en Washington y sus padres incentivaron fuertemente su educación en una época en que todavía habían escuelas segregadas. Gracias a la histórica decisión de la Corte Suprema de 1954 en el caso Brown contra el Consejo de Educación que exigió la integración de las escuelas, Jackson tuvo la oportunidad de seguir sus sueños.
Se graduó con notas de excelencia, y entró como estudiante al MIT -Instituto Tecnológico de Massachusetts- en 1964; entonces era una de los veinte alumnos negros de la famosa universidad y la única estudiando física teórica. No le fue fácil hacer amistades y le tocó vivir la discriminación por parte de sus compañeros, pero eligió quedarse en el MIT para su tesis doctoral. En 1973 recibió su Ph.D. en física nuclear, convirtiéndose así en la segunda mujer afroamericana en los Estados Unidos en obtener un doctorado en física.
Como investigadora de partículas subatómicas Jackson dirigió laboratorios de física tanto en Estados Unidos como en Europa durante la década de 1970. Además, colaboró 15 años en los Laboratorios Bell, donde sus experimentos se convirtieron en importantes avances en telecomunicaciones: fax portátil, los cables de fibra óptica y la tecnología tras el identificador de llamadas y la llamada en espera.
En 1995, el presidente Bill Clinton eligió a Jackson como presidenta de la Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos, donde tuvo el control de todos los aspectos de la industria nuclear nacional fuera del ejército. Ella formó la Asociación Internacional de Reguladores Nucleares (INRA), que proporciona asesoría a otras naciones en asuntos de seguridad nuclear.
Shirley Jackson fue seleccionada como miembro de la Junta Asesora de Inteligencia de Barack Obama en 2014 y el año pasado fue galardonada con la Medalla Nacional de Ciencias.