Inspirada en el arte islámico y persa, la obra de la artista y activista iraní Shirin Neshat se caracteriza por el delicado tratamiento de la condición de la mujer en las sociedades islámicas contemporáneas. Fotógrafa y audiovisualista, trata temas como la religión, el sexo y los tabúes culturales.
Creció en Qazvin, una de las ciudades más religiosas de Irán. A los 17 años emigró a Estados Unidos donde estudió arte e hizo una maestría en Bellas Artes de la Universidad de California. Estando allá, en 1979, estalló la Revolución islámica, donde se creó la República Islámica de Irán gobernada por el ayatolá Jomeini, quien instauró un régimen teocrático.
En 1982 se mudó a Nueva York. Se casó con su pareja coreana, tuvieron un hijo y comenzó a participar en la gestión de una organización sin fines de lucro dedicada al arte y la arquitectura. Con 33 años regresó a su país. En shock, observó cómo la población iraní funcionaba oprimida bajo un estricto control de sus hábitos sociales, culturales y religiosos.
Produjo «Women of Allah», una serie fotográfica en blanco y negro que retrata a mujeres con velo, armadas con pistolas y la piel escrita con textos de escritoras iraníes que hablan sobre el deseo, el sexo o la vergüenza. Realizó la videoinstalación «Turbulent», premiada en la Bienal de Venecia de 1999, donde muestra dos mundos opuestos. Por un lado, el de los hombres que pueden disfrutar de la música en un recinto y, por otro, el de las mujeres a quienes se les priva de esta experiencia.
El Festival de Cine de Sundance la invitó a hacer un largometraje. Pese a que su respuesta inicial fue no, seis años más tarde estrenó «Mujeres sin hombres», cinta basada en un libro con el mismo título de la escritora iraní Shahrnush Parsipur. Por la cinta recibió un premio León de Plata a la mejor dirección por su película «Mujeres sin hombres» en el Festival de Cine de Venecia de 2009.