Nice Nailantei tenía siete años cuando sus padres murieron. Y junto a su hermana, a esa edad ya les esperaba lo mismo que al resto de las mujeres de su país, Kenia, y de su aldea a los pies del Kilimanjaro: la mutilación genital. Y luego debían casarse siendo aún niñas con un hombre mayor. Pero Nice siendo tan pequeña decidió otra cosa, y se escapó de este destino a los ocho años. Hoy, es la líder y vocera del activismo anti mutilación genital, lo que ha incluido educar a los hombres de su país en derechos reproductivos femeninos, salud y más.
Después de huir, Nice y su hermana, aún con menos de diez años, tuvieron que volver a su aldea de Noomayianat. Pero ahí la pequeña negoció con su abuelo, que era uno de los ancianos respetados, para posponer más tiempo la circuncisión y poder en vez ir al colegio. El abuelo fue cediendo, aunque siempre negarse a lo que el destino significa para las mujeres en Kenia era difícil y necesitaba fuerza; la hermana de Nice, de hecho, terminó luego cediendo.
Pero ella siguió en su cruzada, y cuando cumplió quince años, habiendo evitado la circuncisión tras años de lucha, se convirtió en activista, para que miles de niñas de su país puedan elegir su propio destino, decidir de su propio cuerpo y educarse.
Nice volvió a negociar con los ancianos de su aldea, para mostrarles lo importante que era que las niñas no fueran mutiladas, y que en vez se educaran. Por supuesto que costó y aunque en un principio no la escucharon, en parte por ser mujer, de a poco se fueron abriendo a las ideas de la joven para ceremonias de paso a la adultez alternativas. Terminaron entregándole a Nice el bastón esiere, que es el del liderazgo, y que no le habían entregado nunca a una mujer.
Hoy, a los 27 años, Nice a través de la fundación Amref Health Africa, donde trabaja, ha evitado la mutilación genital de más de 15 mil niñas. Fue elegida como una de las cien personas más influyentes de la revista Time.