Es antropóloga y una de las pensadoras chilenas más conocidas desde el mundo de las Ciencias Sociales; desde hace décadas que Patricia May reflexiona sobre cómo conectarnos con nuestro centro como seres humanos, y ayuda a otros a lograrlo, en medio de tiempos hiperconectados y exigentes. Es la creadora, junto a su marido, de la Escuela del Alma, donde semanalmente lideran grupos de meditación y trabajo alrededor de la conciencia y el propósito de nuestras vidas.
La biografía de May se entremezcla con sus intereses y con su trabajo. Tiene una condición hereditaria llamada pseudoacondroplasia, lo que la hace ser una mujer de talla pequeña, y haber pasado durante su vida por decenas de operaciones y tratamientos. Esas estadías en cama ayudaron a mirar hacia el interior. Cuando tenía 13 años estuvo un año postrada y se volcó a la poesía, además de comenzar un camino de introspección y pensamiento sobre el ser humano, hacia dónde va y de dónde viene.
Tras egresar de Antropología de la Universidad de Chile a fines de los años 70, comenzó siendo una pionera del trabajo alrededor de una mayor conexión humana y de la espiritualidad, mezclando conocimientos de occidente y oriente. Conoció a Sergio Sagüez y con él se casó y tuvo dos hijos; más adelante adoptarían a su sobrino, quien tenía solo meses, tras la muerte de su hermana.
En la Escuela del Alma May acompaña a personas que buscan “un despertar consciente”. Ha publicado cinco libros, como “Vivir conscientes”, “De la cultura del ego a la cultural del alma” o “Ando lento”, además de liderar charlas y talleres. May aboga por volver a un ritmo más humano y menos exigente, a una vida más conectada con su verdadero sentido y con los demás, tratando de tener un camino de vida más armónico y equilibrado, en medio de tiempos frenéticos.