No solo es la primera mujer en asumir la presidencia de Etiopía, sino que además es una figura destacada en la lucha por el empoderamiento femenino en el continente africano.
Sahle-Work Zewde fue elegida por el Parlamento etíope para ser la primera mujer Presidenta en Etiopía. Su principal bandera es en la lucha por la igualdad de género y los derechos de las mujeres, anunciando que será uno de los temas más importantes durante su mandato.
Nacida y criada en Adís Abeba, estudió Ciencias Naturales en la Universidad de Montpellier en Francia, para luego volver a Etiopía y comenzar su carrera como diplomática en 1989. Fue embajadora en Senegal, Yibuti y Francia. En 2009 tuvo su primer puesto en la ONU como jefa de la Oficina Integrada para la Consolidación de la Paz en la República Africana (BINUCA). En 2011 se convirtió en la primera persona en asumir como directora general de la oficina de la ONU en Nairobi, nombrada por el secretario general Ban Ki-moon. En 2018 fue la primera mujer en asumir como representante especial del secretario general de la ONU, António Guterres, ante la Unión Africana (UA).
Sahle-Work asumió en el cargo el jueves pasado apenas una semana después de que el Primer Ministro Abiy Ahmed hiciera un cambio ministerial sin precedentes en el país, nombrando a un 50% de mujeres en su gabinete. Etiopía es actualmente el único país en África que tiene una Presidenta. Si bien el sistema de gobierno etíope deposita el poder ejecutivo en el primer ministro, en este caso el nombramiento de una mujer sí tiene un importante peso simbólico que se espera que tenga influencia en las esferas sociales y políticas en un país con una estructura machista y patriarcal.
En la ceremonia de juramento al asumir la presidencia, Sahle-Work puso especial énfasis en el respeto a la mujer y la necesidad de construir una sociedad que rechaza la opresión femenina, advirtiendo a quienes piensan que ya hablado suficiente sobre las mujeres que se preparen para que lo siga haciendo más aún.